¡Una Stark! || Steve Rogers

| D O S |

Narra _____:

Había pasado ya una hora de haber terminado de hablar con mi hermano, fui a empacar la poca ropa que dejaron en mi clóset y me dirigí hacia él banco para sacar el dinero necesario para irme hacia Nueva York, ya que esos mal nacidos me robaron todo el dinero que tenía en mi departamento. Ya después de retirar el dinero del banco me encaminé hacia el aeropuerto.

Cuando iba en dirección a la cajera del aeropuerto para comprar mi vuelo, alguien me toma del brazo haciendo que girará para encararlo o mejor dicho encararla.

—¡Natasha! no puedo creer que seas tú! — la abracé fuertemente.

—____...me...estas a-aplastando — dijo casi sin aire, la solté rápidamente — guao sí que te pusiste más fuerte — ríe junto conmigo.

Y si tengo fuerza sobrehumana.

—¿Qué haces en Italia? pensé que estabas en Nueva York — dije confundida.

—Así era, hasta que un demente que usa una armadura de hierro llegó a la base gritando mi nombre con desesperación — reí sabía que se refería a Tony — diciendo que necesitaba que viniera en un Quinjet hasta aquí a buscar a su linda hermana que está en peligro — dijo con ironía — y aquí estoy — dice sonriendo — igual sabes que haría cualquier cosa por ti, linda — la miró con cariño.

—Sabes que yo también haría lo que fuera por ti — me sonríe — ¿Y que esperamos?, vámonos — dije riendo.

Nos dirigimos hasta donde se encontraba el Quinjet, en la pista de aterrizaje y nos adentramos en el, me coloqué en el asiento del copiloto y Nat en él del piloto.

—¿Estás lista?, porque Tony lo remodeló y vuela como una bala, no quiero que te mares — cuestiona con una cara divertida.

—Claro que estoy lista — reí — volar es lo mío — le guiñé un ojo y ella asintió sonriente, despegó el Quinjet y sí que tenía razón, es como una bala.

Una hora después.

Aterrizamos en la base de SHIELD y nada más hice pisar tierra, para sentir los fuertes brazos de mi hermano rodearme.

—¡Hola mocosa! — reí divertida contra su pecho, me separé un poco y alcé una ceja cruzándome de brazos.

—Tal vez lo parezca, pero sabes perfectamente que no es así — él se limitó a rodar los ojos.

—Si, créeme que es muy bonito ver cómo envejezco cada día más, mientras mi hermana sigue luciendo como hace 8 años atrás — hizo una mueca.

—Sabes bien, que yo no quería esto. — dije haciendo una mueca.

—Claro que lo se princesa... Pero mira el lado bueno — ríe divertido y yo lo miré confundida — siempre lucirás así de sexy y por lo tanto honrarás por mi él apellido Stark — me guiño un ojo y negué divertida — ¿nos vamos? — yo asentí.

Tony y yo caminamos en dirección al estacionamiento y nos detenemos frente a un Audi negro.

—Las damas primero — dijo abriendo la puerta del copiloto para que me adentrará en el auto, luego le dio la vuelta al auto y se colocó en el asiento del chófer.

—Ahora que veo este auto — hice una mueca — me acordé que me debes uno desde hace un año, ¿dónde está? — dije cruzandome de brazos.

—En la tienda — ríe divertido y yo solo rodé los ojos.

—¿Nunca cambiaras Anthony? — él parecía pensar su respuesta.

—Nop, creo que no, soy un hombre único en este planeta, si cambio mi forma de ser todos seríamos iguales y para nada que quiero ser igual a todos — dicho esto arrancó el auto rumbo a la torre Stark.

Suspiré rendida, no había forma de que él cambiara, dirigí mi vista a la ventana del coche para observar la hermosa ciudad de Nueva York. De un momento a otro las imágenes de cuando me torturaba Hydra porque no quería salir a matar personas como ellos me lo ordenaban, aparecieron en mi mente, e inconscientemente apreté la pierna de Tony y este gimió de dolor debido a la fuerza que usé, al escucharlo lo solté rápidamente.

—¡Hey! ¿qué te suce... — no termino de hablar al ver una lágrima resbalarse por mi mejilla — oye linda, ¿qué sucede? — pregunto preocupado.

—¿Qué pasará si me encuentran? O ¿qué tal si me están vigilando? — cuestione con tristeza.

Tony aparcó el coche en una esquina de la carretera y apretó levemente mi mano.

—Hey preciosa, eso no pasara, eres una Stark y nadie puede con un Stark, además yo estoy para protegerte siempre.... Porque eres mi hermanita — yo lo miré enternecida y él se percató de lo dulce que había sido y carraspeó su garganta — la familia más sexy de la faz de la tierra — aclaró y yo reí divertida.

—Te quiero mucho hermano, a pesar de que seas toda una diva.

— Yo también te quiero, espera,¡¿Qué?! — abrió los ojos de par en par.

Yo lo miré y reí acarcajadas, mientras que él me miraba con cara de pocos amigos y así volvimos aemprender el viaje hacia la torre.