Esta es la historia de cómo mi vida cambio rotundamente, como todo lo que creía tener solucionado se derrumbo, así comenzó todo. ¿Habría actuado igual o tomado las misma decisiones si hubiera sabido como iban a terminar las cosas? En fin mi historia comienza cuando Estaba en la vacaciones de mi último año, lo que significaba un cambio en mi vida, la universidad. Cuando terminara el verano estudiaría administración de empresas, nunca elegí mi carrera, creo que era algo que ya estaba previsto desde antes que naciera, era algo que hasta yo misma daba por hecho, lo que los demás esperaban, pero si me preguntaban a mí que era lo que me gustaba , respondería que medicina, siempre me apasiono lo relacionado a eso, ayudar a la gente, trabajar en los hospitales y salvar vidas, estar ahí, ser útil, por eso durante mis tiempo libres había hecho cursos de primero auxilios y solía ser parte de un grupo de voluntarios, nos encargábamos de practicar estas técnicas a los heridos en accidentes u otro acontecimientos hasta que llegaran las ambulancias de la ciudad, pero como decían mis padres ese era solo un pasatiempo, mi responsabilidad era la empresa...
En cuanto a la empresa conocía todo, desde la fabrica que se ubicaba en la parte trasera del predio, conocía cada rincón , las maquinas, su ubicación todo
De los trabajadores, sabia le sabia nombre a cada uno y los quería como miembros de mi familia, me crie ahí porque mis padres pasaban todo el día trabajando y las niñeras no podían retenerme en casa así que obligadamente mis padres me tenían que llevar con ellos al trabajo. Conocía los mejores escondites,lugares que nadie mas conocía.
En el primer piso estaban las oficinas, donde se resolvían todos los asuntos administrativos, todas eran mujeres vestidas con faldas azules y camisas blancas, en el segundo piso estaba las oficinas de mis papas, cada uno tenía la suya propia pero no me dejaban pasar mucho tiempo porque según ellos causaba un caos, después estaba la tienda en la planta baja, era muy grande llena de productos de todo tipo, los empleados siempre estaba sonriendo y tratando de ayudar a los clientes.
Amaba a mi familia, pero a veces sentía que cada uno de los empleados de la empresa sabían mas de mi que ellos y que eran más mi familia que mis propios padres. También estaba Martin un hombre de unos 65 años que era el jefe en la fábrica, el era como un abuelo para mi , siempre me inventaba juegos cuando era chica, me regalaba caramelos, me ayudaba, daba consejos y teníamos una tradición todas las tarde a la salida de el colegio llegaba y lo primero que hacía era ir a verlo al comedor de la empresa , le llevaba una porción de tarta de chocolate que era su favorita que compraba en la pastelería de Lucy y el me esperaba con una taza de chocolate y compartíamos nuestra tarde, luego el volvía a trabajar.
mi vida fue básicamente eso durante 18 años.
Todas las tardes, por mas estaba en vacaciones, pasaba por la pastelería como costumbre e iba a ver a Martin, pero ese día no fue como los otros, cuando llegue a la fabrica tome asiento en el comedor, un chico aproximadamente de mi edad, ojos verde, bastante alto ,musculoso, cabello castaño me dijo
-El spa queda en la siguiente calle, estas en la zona equivocada, para hacerte un manicure- Me dijo con una sonrisa de lado y una soberbia que me hizo enojar, no conocía a ese chico y yo conocía a todos los del pueblo y sobre todo a los empleados de la fabrica y el tenia puesto el uniforme de los operarios. ¿será que mis padres habían contratado a alguien y yo no estaba al tanto? ¿será nuevo en el pueblo?
-Y la venta de cerebros fue hace un par de meses, pero creo que llegaste un poco tarde- le dije fulminándolo con la mirada, Su expresión se suavizo y estallo en una carcajada haciéndome enojar aun mas , me quede analizándolo por unos segundos, tal vez minutos no estoy segura, el tenia unos ojos que te hacían perderte en su mirada, era como mirar el césped recién cortado, un verde que nunca antes había visto, un verde que te daba escalofríos, miedo, pero a la vez calidez, no se cuantos minutos estuve analizando sus ojos y su sexy lunar abajo del ojo izquierdo a lo que el interrumpió
- Disculpa, tienes algo aquí- dijo señalado mi boca yo desesperada quise limpiarme temiendo tener algo de chocolate, el se rio aun mas fuerte
- Tu baba, digo por mirarme tanto, me alaga que lo hagas, pero no me imaginaba que eras del tipo de las que no pierden el tiempo- lo mire con la mirada más asesina que tenia y golpee la mesa en modo de frustración
- Es impresionante lo torpe y egocéntrico que eres, no puedo creer lo mal educado que puede llegar a ser alguien
en eso llego Martín y miro la escena.
- ¿Sofí todo bien?- me pregunto- o este idiota esta dándote dolor de cabeza- dijo mientras miraba al chico frunciendo el seño
- Oye abuelo no me digas que conoces a esta presumida- levante las cejas como sorprendida ¿ yo era la presumida? desde luego el había sido un presumido desde el primer momento. Martin me interrumpió el pensamiento contestándole
- Sofí no es ninguna presumida y deberías tenerle respeto, porque gracias a su familia nunca le falto la comida en la mesa a tu padre, y gracias a ellos hoy tienes un empleo- la cara de este chico de desfiguro y miro a Martín como arrepentido. Yo me encontraba en un estado de confusión, ¿ósea que Martín y este imbécil eran familia?
- Disculpa a mi nieto, no sabe comportarse y como puedes ver es un poco idiota- a lo que ambos reímos
- Abuelo todavía estoy aqui puedo escucharte.
- Lo sé esa es la idea. ¿y sofí trajiste esa deliciosa tarta? me dijo y levante en alto la porción
Martin se sentó en su lugar de siempre dispuesto a comenzar nuestra tradición y el chico desapareció. Tenía un millón de preguntas que hacerle, porque desde que lo conocía nunca había escuchado que tuviera familia, siempre creía que era solo el y no tenia ni idea que tuviera una esposa, ni hijos ni mucho menos un nieto, que de por cierto era un arrogante nada parecido a su adorable abuelo.
Martin rompió el silencio y me dijo.
-disculpa a mi nieto, es un poco especial, perdió a sus padre hace un par de semanas y yo soy el único familiar que tiene y se tuvo que mudar aquí, tus padres fueron muy amables en darle un empleo
en ese instante me sentí culpable, aquel joven había pasado por una perdida gigante y yo había sido grosera con él, encima era nieto de Martín, me había comportado como una tonta, aunque el no se quedo atrás, queria seguir averiguándole sobre su hijo o hija y sobre su familia, pero considere que seguramente la perdida también lo había afectado a él y prefería reservarme las dudas
- no te preocupes Martín, no fue para tanto, solo fueron un par de palabras- dije para tranquilizarlo.
YOU ARE READING
Aprendiendo a sentir
RomanceSoy Sofi y vivía en la calma,mi vida estaba completamente organizada, cada casillero de mi vida estaba lleno con las personas que creía que debía estar...pero un día llego y cambio todo, hizo que nada tuviera sentido, ya nadie encajaba en su casil...