Me despido de mamá con un “Hasta el lunes mami” al que ella me ha contestado “Échate protección que sabes que el sol te tuesta mucho.” Así que sí, mi coartada implica quedarme con Claudia en una playa valenciana de ensueño a la que por supuesto no voy a tener el gusto de visitar, pero Claudia sí, dice que eso de mentir a las madres está muy feo y que para una vez que se hace se tiene que aprovechar. Además así todo es más creíble, las dos desapareceremos juntas. Ella al parecer ha quedado con una “cita experimental” del que no quiere darme muchos detalles. Yo me encuentro sentada en la plaza donde hemos quedado Carlos y yo, tomando un café. Algo de lo que me arrepiento profundamente. A mi estado de nerviosismo crónico lo que le viene de lujo es una taza de cafeína.
— ¿Subes? — Pregunta Carlos al aparecer de improviso girando la calle con su Audi. El pelo castaño despeinado y las gafas de sol resbalándose por su nariz me pone más nerviosa que una pirámide de cafeína. Tiro el vaso de plástico a la papelera más cercana y me subo en el coche. El aire acondicionado me recibe refrescando mis piernas desnudas únicamente tapadas por unos shorts vaqueros.
Le sonrío y le saludo con un beso corto. Tampoco es plan de empezar con ansías, nos queda mucho tiempo juntos.
Él va vestido de forma informal. Con unos vaqueros hasta por debajo de las rodillas que dejan a la vista sus trabajados gemelos. En la parte de arriba una camiseta blanca con la imagen de una ola y letras amarillas imitando los granos de arena de una playa que forman la palabra “Surfer” y es que así vestido parece un surfista recién salido de una película americana inspirada en California. Está para comérselo.
Claudia está empeñada en buscarle parecidos con Cristian Grey del best seller “Cincuenta sombras de Grey” pero mi chico no se le parece en nada. Tiene unos profundos ojos negros, pelo castaño o color chocolate como a mí me gusta llamarlo. Es un morenazo en toda regla, y no es tan rico además. Ni tiene traumas infantiles. Es simplemente un hombre guapo, con una vida cómoda, alegre, con sentido del humor y lo que es más importante… que me quiere.
Hacemos el viaje en coche entre bromas, canciones e historias. Las mías basadas en las locuras que hacemos Clau y yo, y las suyas me cuentan trapicheos en el trabajo, que le da recursos humanos se ha echado un novio macarra que viene a recogerla al trabajo en su “Harley”, que Manuel, el novato, tiene pinta de gay, que Susana su secretaria es una mujer casada con ganas de una aventura… y sospecha que con él, pero me ha dicho que no me preocupe de nada que es una amargada para nada agraciada y que debe de haberse encontrado demasiadas pelis porno de su marido en la que el jefe se lo monta con su secretaria.
Cuando queremos darnos cuenta estamos aparcando en el parking del hotel. Yo correteo hasta el ascensor y subimos los dos abrazados, él dejando besos suaves entre mi pelo y yo recostada en su pecho. La cosa pinta bien.
La habitación es espaciosa y muy luminosa. Con las paredes pintadas de blanco una gran cama de matrimonio presidiendo la habitación, que he de reconocerlo me pone nerviosa, y la puerta de cristal que lleva a la terraza, donde hay una mesita de cristal con dos sillas y una sombrilla también blanca.
— Me han dicho que el Spa de aquí es muy bueno. Podemos visitarlo esta tarde si quieres para relajarnos después del viaje en coche y salir por la noche y mañana a ver la ciudad. Aunque para que la conozcas bien tal vez será necesario traerte más a menudo conmigo en estos viajes. — Me susurra sonriendo mientras comienza a abrir las maletas y colgar la ropa en el armario.
Los dos terminamos de deshacer nuestras maletas y bajamos al restaurante a comer.
La comida no tiene nada de reseñable, a momentos incluso me sentí incómoda, a nuestro alrededor comían parejas acarameladas, familias con bebés engullendo purés, abuelas octogenarias pelando un melocotón y grupos de amigos que ríen y gastan bromas mientras comen. Nosotros no entramos en ninguna de las categorías. Hay un compañero del trabajo que se está hospedando en el mismo hotel que nosotros y eso obviamente dificulta las cosas. Carlos no quiere dar a conocer en su trabajo que tiene una relación con una menor, así que a ojos de su compañero soy una prima que tiene que venir a Madrid por temas de estudios. Los mimos quedan reservados para la intimidad.
Cuando estamos con el postre, yo un yogur natural azucarado y él un café solo, su compañero aparece por allí y le saluda con un golpe amistoso en la espalda.
— Buen provecho.
— Muchas gracias David, ya casi hemos terminado. ¿Queréis esta mesa?
Miro a David y al momento me cae mal, no sé si porque tiene pinta de lameculos o porque está amargando mi viaje, el caso es que no me gusta un pelo. Y para más inri va acompañado de su novia, un mujer de unos 36 o 38 años que no hay que esconder al jefe.
— Nos vendría muy bien. — Comenta él. ¿En serio? Yo aún no he acabado.
Carlos se retira y deja la mitad de café en la taza, yo lo imito dejando el yogur y me despido con un gesto de cabeza mientras lo sigo.
— Un grano en el culo… realmente es un grano en el culo.
— Tampoco importa… podemos ir a la habitación, allí no nos molestarán. — Digo enrollando mis brazos en su cuello.
Él me aparta suavemente mientras mira a sus espaldas, como si esperara que el tal David no tuviera otra cosa mejor que hacer que seguirnos.
— Lo siento nena, pero tengo una reunión de trabajo… — Mira su reloj y resopla. — Dentro de un cuarto de hora. Me voy volando. Te echaré de menos.
Y con esto se marcha dejándome sola. Ni un beso. Desde que hemos salido de la habitación es otra persona. Sé que está tenso con David aquí… pero ya lo sabía de antes, ¿Por qué me invita a venir si sabe qué no vamos a poder estar juntos la mayor parte del tiempo?
Esto no es para nada lo que yo esperaba de este fin de semana.
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Cómo acabar con el amor en 12 sencillos pasos.
Novela JuvenilDesconfía de quien te diga: Para siempre. Porque te está mintiendo. Nada dura para siempre. Ni las palabras, ni las personas, ni los sentimientos. Y eso es algo que Lucía está por descubrir, a sus 17 años, es una joven enamorada de alguien a quien a...