El lugar está devastado, miles de armas están expandidos por el lugar que ha sido destruido por una fuerza inhumana....
La aldea oculta entre las hojas ya no parecía lo que era, el lugar parece dejar de existir mediante los segundos dónde enemigos poderosos como los Akatsuki están devastando todo a su paso si misericordia. Los shinobis de la Hoja pelean con todas sus fuerzas, pero esto parece inevitable. Pero lo que más les duele a ciertos chicos y más a una pelirosa el hecho de que aquel que tanto amaba a pesar de que el solo podía sentir odio estaba del lado del enemigo. Si, Sasuke Uchiha, el último sobreviviente de tan priviligioso clan estaba con Akatsuki destruyendo lo que fue su hogar.
— ¡Maldición, Sasuke! — Grita el rubio Uzumaki furioso por lo que ve a su paso y sobre todo a uno de los causantes — ¿Por que estas haciendo esto? — Lo único que se escuchaba era la risa impregnada de locura del Uchiha, habían fallado, ella sentía que había fallado no sólo en la misión de traerlo de vuelta, había fallado en sacarlo de esa obscuridad que se acumulaba en su ser. Solo estaba absorta en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta cuando Naruto y Sasuke peleaban a muerte. Si no fue hasta escuchar el quejido del rubio lo que fue que la volvió en sí, horrorizada miro como Naruto había sido lastimado por el Uchiha y este se burlaba de él.
— Hmp... Sigues siendo un perdedor, pero eso acabará — dijo formando el chidori en su mano listo para ensartarlo en el cuerpo del rubio — Adiós, mi único amigo — antes de que Sasuke diera su golpe final a Naruto, este salió volando varios metros destruyendo todo por la magnitud de la fuerza que lo envió. Molesto y adolorido con el Mangekyou Sharingan activo en furia mirando a la persona que yacía enfrente del rubio protegiendo, era la pelirosa su flequillo cubría sus ojos, su largo cabello revoloteaba con el viento. Una bufanda roja cubría la mitad de su rostro, su cuerpo bien formado y a la vez decorado con heridas de batalla, sangre y con el traje anbu estaba tenso mientras apretaba los puños con fuerza. Pero algo que sorprendió no sólo al Uchiha, si no a todos era que el chakra de Sakura estaba cambiando drásticamente, un poder nuevo surgía desde su interior mientras su cuerpo se cubría de destellos azules como relámpagos a su alrededor. Al levantar la mirada uno de sus ojos era totalmente diferente, era un tono rojo intenso y diferente al Sharingan, era brillante y tenía la mirada vacía, y helada como si todo sentimiento se fuera y se encontrará el momento de juzgar los pecados del enemigo, porque eso era lo que ella sentía, algo se lo gritaba en su mente.
— ¿Qué carajos..... — gimió Sasuke incrédulo por lo que veía. Acaso Sakura, la Sakura que conocía y era una simple debilucha estaba ahora mostrándole un poder sorprendente o ¿Es que ella ya lo albergaba desde antes?
— ¿Cómo se atreven?..... — la voz de Sakura no era la que mostraba calidez todos los días, ahora solo mostraba frialdad — ¿Cómo se atreven a destruir mi hogar y tratar de matar a mi familia? — Preguntó con la mirada en todos los Akatsuki y deteniéndose en la mirada roja del Uchiha..... Pero dentro de ella había una pequeña reunión con un ser totalmente desconocido...
El interior de Sakura alberga oscuridad total, ella está ahí con un vestido blanco y su cabello está suelto, frente a ella hay una criatura temible, sus ojos eran simples puntos rojos y su cuerpo totalmente oscuro como las sombras una pequeña luz cubría su cuerpo pero era tan diminuta que apenas se podía reflejar su temible figura, tenía una enorme sonrisa mostrando sus afilados dientes. La ojijade lo veía con un poco de sorpresa, pero miedo no aún así no bajaría la guardia.
— ¿Quíen eres? — pregunta ella sin titubear.
— Hmm..? Al parecer ya me has olvidado, Sakura — respondió con su mirada roja sangrienta que haría temblar hasta a él más valiente.
— ¿Olvidarte? ¿de que me estas hablando? — Preguntó totalmente confundida.
— Lo sabrás cuando lo recuerdes, pero ahora... Tú poder volverá para juzgar a los pecadores, tus ojos les ayudarán a reflejar el daño que han hecho..... ¡Hazlo!....¡HAZLO!.... ¡HAZLO!...¡¡HAZLO!! — fue lo único que escuchó antes de volver a la realidad.
— Yo me encargo de ella — dijo Deidara formando figuras de arcilla, pero entonces algo lo paralizo a Deidara. Con una velocidad inhumana la Haruno estaba frente a él y sonrió sádica mientras alrededor de toda Konoha aparecieron millones de ojos como el que la Haruno poseía. Todos estaban aterrados ¿Qué diablos era eso?.
— Hora del juicio — murmuró la pelirosa cuando en aquellos ojos se reflejaba el daño que la organización enemiga había hecho a lo largo del tiempo, aquellos ojos eran el reflejo de sus corazones que se marchitaron por caminar en el camino equivocado y se los mostraba como un espejo. La tortura apenas comenzaba, pues se vieron ellos mismos sufriendo el mismísimo infierno. Los gritos desgarradores se escuchaban en toda Konoha.
— Sa...Sakura-chan — susurro asustado el rubio, la Haruno vio ese miedo, miedo hacia ella.
— Na...Naruto — susurro preocupada y miro a sus amigos quienes temblaban y la miraban igual que el rubio... Como si fuera un monstruo, aquella mirada que hace años no veia o eso era lo que pensaba pues no noto una extraña figura que salió de su espalda y atemorizaba a sus amigos, aquel ser que momentos atrás se había aparecido en su interior sonrió ante el terror de todos los de Konoha y los Akatsuki, pero antes de que Sakura dijera algo, una serpiente rastrera apareció con un kunai cortando la parte superior del ojo de Sakura intentando sacarlo de su Cuenca, era Kabuto quien había aprovechado la distracción de la pelirosa anbu, pero sólo logró rasgarle el parpado y haciendo que todo volviera a la normalidad y el ser oscuro desapareciera. Sakura tocó su ojo mientras sangraba y entonces sintió su cuerpo balancearse en gravedad.
— ¿Q...Qué? — Preguntó ella mientras aquella fuerza la arrastraba.
— ¡Sakura-Chan!/¡Sakura! — Gritaron sus amigos preocupados, Naruto corrió y trataba de alcanzar la mano de Sakura pero parecía que esa fuerza lo rechazaba, ambos estiraban sus cuerpos con fuerza pero lo único que consiguió fue rosar su mano antes de que esa extraña fuerza se llevará a su amiga y lo único que ella pudo ver fue la mirada preocupada de su mejor amigo...
— ¡¡Sakura-chan!! — fue el grito que se escuchó a pesar de que la puerta de esa extraña fuerza se cerró.....
Sus parpados pesaban, lo único que podía escuchar era el extraño pitido de alguna especie de maquina. Su cuerpo dolía como el infierno, ¿Que acaso había muerto en la batalla? Imposible, no podía haberse rendido tan fácil.
— ¿Cómo sigue la paciente? — escucho decir como voz en eco.
— Bien, es extraño que con esas heridas siga viva ¿Que cree que le haya pasado? — se escucho una segunda voz femenina.
— Si, pobre chica, nisiquiera hay alguna identificación que sirva para saber por lo menos quién es y dónde vive, y esa extraña vestimenta que traía, lo único que queda es esperar....— fue lo último que escucho la pelirosa antes de caer desmayada.
El tiempo corrió de manera rápida, mientras tanto Sakura abría lentamente los ojos y enfocar su vista, negro, oscuridad, solo un poco de la luz de la luna se colaba por la ventana permitiéndole ver un poco, su cabeza dolía horrores así como su cuerpo y entonces recordó lo que paso y con velocidad se enderezó lastimandose en el proceso.
— ¡Ahg! — gimió adolorida — ¡Joder! — se quejo por segunda vez en un susurro, suspiro un momento para luego notar que su ropa anbu estaba doblada a un lado en una pequeña mesa, su ojo estaba con un parche, y entonces comenzó a escuchar extraños sonidos que provenían de afuera, con algo de dificultad camino hacia la ventana y cuando miro no pudo evitar sorprenderse, en las calles de ese extraño lugar unas maquinas se deslizaban con velocidad de un lado a otro, sin duda alguna, ese lugar no era Konoha
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The Blossom of Kira
FanfictionTras un enfrentamiento contra Akatsuki la kunoichi Haruno Sakura es golpeada con un extraño Jutsu que la envía a otra dimensión, una en donde no hay ninjas, hay nuevas tecnologías a las que debe adaptarse en el transcurso de su hospedaje y hay...