Eran las cinco y media de la mañana y yo ya tenía listas mis cosas para irme de esa casa.
-Cuídate Marco
-No debes preocuparte por mí, preocúpate por mamá. Lamento no poder despedirme como debería de ella pero quiero irme antes de que ‘él’ despierte.
-Ya… Bueno, ¿Crees que volverás algún día?
-No lo creo… Pero sé que algún día nuestros caminos se volverán a cruzar, Santi.
-Que cursi.
-Olvida lo que dije.
-Tranquilo, sólo era broma.
Un incómodo silencio se posicionó en la puerta principal de la única casa iluminada en la cuadra.
-Bueno, yo ya me voy. Nos vemos.
-Nos vemos…
Ya me había dado la vuelta decidido a no mirar atrás cuando sentí una mano sobre mi hombro.
-Llévate esto.
Santi estaba con la mirada gacha mientras me entregaba un colgante, SU colgante.
-Pero… Es tuyo, mamá lo encargó para ti.
-¿Tu también tienes uno, no? Cambiémoslos.
Sin decir una palabra le entregué el mío y él me dio el suyo.
-Gracias-Y lo abracé. No sabía si algún día lo volvería a ver. Él pareció sorprendido, yo más que nadie sabía que no le gustaba el contacto físico pero aún así no me rechazó.
-Adiós.
-Adiós.
-¡Guau!
-Adiós a ti también, Klaus.
-¡Guau!
Me dolía dejarlos pero debía ser fuerte. Algún día quizás volvería pero, por el momento, debía comenzar una nueva vida alejado del entorno en que estaba sumido en ese momento.

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Diferente
RomanceJamas creí que por una simple decisión mi mundo cambiaría tanto. Nunca creí que seria tan importante, pero lo fue. Perdí a todos los que quería, a todos los que amaba, especialmente a ella, mi mejor amiga de toda la vida; la que me había prometido q...