La Peur

Selena

Ya a las 19:32, me estaba terminando de arreglar, cosa que no me costó mucho. Estaba vestida con una remera de escote poco pronunciado, unas zapatillas Converse y un pantalón negro, el tema de las armas... bueno, solo logré guardar el cuchillo estaba en mi cintura sostenido por el pantalón.
   De repente lguien había golpeado la puerta, logré asustarme y decidí preguntar le a quién llamaba a la puerta.
- Quién es..?-, dije un poco paranoica.
- Soy Selena, quién sos vos? No se escucha como la voz de mi novio.
    Abrí la puerta y era una chica de tez pálida, un color de pelo teñido a verde agua y prendas de tonalidades oscuras todo ese conjunto le quedaba muy lindo la verdad. Pero no era tiempo de halagos, - Importa quién soy?- dije con un poco de seriedad.
- Si, no te conozco pero nome vendría mal que me dijeras.- Dijo Selena en tono firme.
- Bueno, que te conste que no soy ninguna roba novios ni nada parecido. Soy su mejor amiga, lo conozco de hace mucho tiempo... querés pasar asi hablamos más tranquilas? - Sé que me tenía que ir hacía la casa de mi futuro ex. Pero era una posible testigo.
- Ah... bueno.. perdón... por casualidad -
- No, no está, se fue hace unas horas y no volvió si es lo que querías saber... - Logre añadir antes de que terminara de pasar el pórtico.
- Bueno. Gracias! Pareces agradable en verdad - Su rostro era muy lindo en verdad.
- Gracias! Quisieras pasar al baño mientras hago algo de tomar? Y lo esperamos? - Mencioné para que entrara en confianza.
- Por favor... es quede verdad tengo que ir... - Hice un ademán y le permití el paso.
- Gracias, ehh... - Dijo y se quedó pensando en una manera de nombrarme.
- No hay de que! - Me daba algo de ternura verla asi... me recordaba al prometido de mi prima, siempre con esa cara tan dulce.
   Al ella estar de espaldas, me acercaba hacia su dirección lentamente, fui sacando el cuchillo de manera sigilosa, la abracé de atras y le hice dos cortes, uno profundo y el otro no tanto. Me alejó de ella y su rostro presentaba temor.
- Que carajo haces?! - Dijo asustada, mientras retrocedía de manera inconsciente hacia una esquina.
  Me fui acercando más y más a ella, hasta que se arrinconara entre dos esquinas lejos de la puerta.
- N.. no te me acerques! - Protestó titubeante.
   No dije nada en absoluto y seguía acercandome hasta el punto de estar frente a frente.
- Q...que vas a hacerme...? - Parecía que rompería en llanto. Pero no lo hizo, solo tenía miedo.
   Al haberme acercado lo suficiente, con mi mano izquierda la cual estaba ajena al cuchillo, le había acariciado el  lado mas conveniente de su rostro y la besé, ella, en ese momento, parecería seguir con miedo pero me permitió ingresar mi lengua a su boca y el beso siguió. Mi mano libre comenzó a recorrer su cintura y genero que estuviera más apegada a ella, metí mi mano en su pantalón y acaricié su monte de Venus. Le mordí el labio después y la abracé y fui besando su cuello. Seguido de ello la había apuñalado con el cuchillo en la espalda para luego hacer lo mismo pero esta vez afortunadamente, creo que fue en una arteria, entre la clavícula y el cuello lo que generó un desangrado.
    Me había soltado de ella y pude presenciar como su piel se hacía mas y mas pálida mientras se hacía un charco de sangre en el suelo. Me le volví a acercar y le di su último beso, después de ello le abrí la garganta y empezó a caer desplomada, - Tenías mucha sangre para ser tan delgada, linda... - dije para luego darme la vuelta y seguir mi camino. Agena a todo me fijé la hora. - Ay la puta, ay la puta, ay la puta. - Dije sin cesar, ya eran las 20:05.