Capítulo 1: La llegada a Escandinavia

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Año 1462
Los turcos han invadido todos los territorios europeos; de una región conocida como Escandinavia, envían a un valiente caballero de La orden del trueno (la cual protege a la cristiandad), a la guerra en nombre de su tierra; su prometido Khalar y él se casarán a su regreso.

Rezaré por tu victoria en la batalla- le dice el joven de cabello negro, ojos verdes, piel nívea y precioso rostro de porcelana, a su amado

El caballero besa a su amor con mucha pasión, y luego parte a la guerra. Donde lucha, y empala a todos sus enemigos ganando así la batalla

Alabado sea Dios, por esta victoria- dice el caballero besando el crucifijo que lleva consigo

Khalar-agrega recordando a su amado y mirando en dirección de donde está su castillo

Mientras tanto, los vengativos turcos han enviado una nota al palacio anunciando que el príncipe ha muerto, su prometido, desolado se lanza al río, tras escribir una nota.

Al regreso del valiente a su hogar, halla el cuerpo de su amado, inerte y bañado en sangre. Al verlo cae de rodillas y divisa la misiva que Khalar ha escrito:

Como mi amado está muerto, ya no tiene sentido vivir;
me reuniré con él en el cielo.

El príncipe empieza a llorar

Ya no se puede hacer nada, él ahora está maldito, es la ley de Dios- le habla el sacerdote

Hago esto, ¿y así es como me pagan?, renuncio a Dios, el demonio me aceptará- comienza a gritar dolido, el caballero

No blasfemes, hijo- le reprocha el sacerdote

El caballero entierra su espada en la gran cruz que tiene frente a sí

De inmediato sangre empieza a brotar de ésta

La sangre me dará vida, viviré al beberla- habla tomando un cáliz y recogiendo en él el líquido rojo, para luego beberlo. Acto seguido, ve como todo se llena de sangre

1892, Londres, cuatro siglos después...

Deberás viajar a Escandinavia, una región de la zona nórdica a reunirte con el Conde Thor Odinson, para hacerlo firmar por ser el nuevo dueño de la abadía carfax, tu predecesor el señor Clint Barton no volvió muy bien de ese lugar- dice el jefe a su joven empleado

¿Puedo preguntar que trastorno padece Barton? Pregunta el joven

Uno muy raro- responde el jefe con una sonrisa extraña

Mira, Fandral, si consigues esto, serás un abogado muy reconocido- agrega el hombre

Lo haré, si señor- responde el rubio

Luego sale para encontrarse con su prometido Loki y comentarle acerca del viaje, ante lo cual el pelinegro se alegra por su ascenso, pero se entristece porque se quedará sólo.

Al día siguiente...

Por el camino en el tren el rubio lee la carta de su anfitrión

Querido Señor Harquer:

Lo espero en mi castillo, y deseo que haya tenido un agradable viaje.
Mi carruaje lo recogerá en el paso Bifrost, tenga mucho cuidado al llegar.

Su amigo, T.O

En cuanto llega a un poblado, es recogido por un coche lleno de gente y luego dejado en un paraje deshabitado, en la noche

Es para que te proteja- le dice una mujer del coche, dándole un crucifijo pequeño

De inmediato cierran la puerta y se alejan tan rápido como pueden

El joven se queda observando todo a su alrededor, dándose cuenta de una cabeza de lobo que hay puesta en una gran señal

De repente un coche tirado por caballos negros se detiene junto a él, un extraño cochero lo sube a bordo, por el camino Fandral saca su cabeza por la ventana para observar hacia afuera y ve que abajo el camino es escarpado y hay lobos por doquier

Disculpe, ¿está muy lejos el castillo?- le habla al cochero

Este no responde, el muchacho vuelve a guardar la cabeza, para más adelante notar que pasan por en medio de llamas azules y luego una reja que se cierra tras ellos

Al bajar del coche camina y ve como la puerta del castillo se abre y un minuto después, una sombra aparece y luego un hombre anciano, alto y de cabello blanco, se aproxima con un farol en su mano

Pase, sea bienvenido a mi hogar, y deje algo de su alegría en la entrada-dice el hombre con un acento propiamente nórdico

Fandral mira al suelo y se decide a entrar siguiendo al conde. El cual lo lleva a una mesa y le da comida

Discúlpeme si no lo acompañó, pero yo ya cené- le habla el conde con simpleza

El muchacho voltea a mirar un retrato de un caballero con armadura negra y un largo cabello ondulado de tono rubio claro

¿Es un ancestro?, noto el parecido- habla el más rubio, mirándolo

Mi familia ha servido a La orden del trueno durante generaciones, su objetivo era defender a Dios, pero digamos que eso no resultó... tan provechoso- responde el anciano

Ya veo- contesta el londinense, desinteresado

De repente el conde blande su espada y le apunta con ella al joven

Noto que no le importa, el demonio fue tan bueno conmigo- le dice molesto el peliblanco

Lo siento, Conde, si lo ofendí con mi ignorancia, no era mi intención- habla el muchacho disculpándose

La sangre es valiosa y escasa en estos días- apunta el mayor, haciéndose un corte en su mano derecha con el filo de la espada, sus uñas son largas y la planta de sus manos, velluda.

El conde arroja la espada tras el corte, y ya que no le brota casi sangre, cierra su mano.

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Gente que lea ésta historia, sólo quiero que disfruten mi adaptación y se animen a leerla

Thor OdinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora