Capítulo 4: Por un matrimonio, una existencia se acaba

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A la media noche...
El rubio vuelve a la habitación de Jane para beber su sangre.

A la mañana siguiente...
La muchacha amanece enferma, por lo cual, el doctor Banner es llamado para que la revise

Te ves pálida, Jane- dice el doctor al verla

¿Crees que voy a morir?- Pregunta la castaña mirándolo

No lo harás, sólo estás débil- responde Banner, sacándole una muestra de sangre para analizarla, la chica se queja por el dolor, y tras esto se queda dormida.

Banner le comenta la situación a Steve, quien es el más interesado en la castaña.

Le habla sobre que no tiene explicación aquello que le está sucediendo y necesita
comunicarse con un experto, por lo que, el rubio le da permiso de realizar tal acción.

Banner telegrafía al doctor Odin Van Helsing acerca del caso, el cuál estaba dando una conferencia sobre vampiros, justo en el momento que le llega el telegrama.

En otro lugar...

Esa noche Loki vuelve a verse con el príncipe.

Les sirven una copa de vino, mientras ellos se miran directamente

El ajenjo es un afrodisíaco, el hada que vive en el ajenjo quiere tu alma, pero tú estás a salvo conmigo- le dice el rubio sin retirarle la mirada

El pelinegro lleva un cubo de hielo a sus labios y lo pasa por ellos, luego toma un sorbo de aquel licor de ajenjo.

Afuera la gente baila, y ellos parecen ensimismados el uno en el otro

Príncipe, hábleme sobre su tierra- dice el pelinegro interesado

Mi tierra es...- empieza a explicar el mayor

Un lugar de extensos y hermosos pastos verdes, con bellas flores, árboles con inusuales pájaros coloridos, ríos cristalinos, viñedos lujuriosos y un gran castillo lleno de luz que se adentra por las ventanas- lo interrumpe el pelinegro

El muchacho estaba como hipnotizado mirando al rubio, y este rompe una especie de conexión invisible que hay entre ambos, al pasar una mano por al frente de sus ojos.

Usted describe mi hogar como si lo conociera- le habla el rubio, acercándose hasta quedar en cunclillas a su lado

No sé porqué, pero presiento que ya he estado allí. Es su voz, tal vez, que me resulta tan familiar, como de un sueño que no puedo recordar, y me reconforta cuando me siento solo- responde Loki a la vez que el príncipe, la última parte.

Se miran como si se fueran a besar pero sin hacerlo, después de un momento, el pelinegro se levanta de su asiento, dejando al otro en la misma posición que había adoptado con anterioridad

Y el otro príncipe- comenta el de orbes verdosas

-¿Príncipe?- indaga el nórdico, recordando cuando vio a su amado inerte

Siempre hay un príncipe de hermoso porte e indescriptible belleza- prosigue el pelinegro

El rostro de aquel príncipe, es de agua- agrega mientras parece esconder el rostro para llorar, al tiempo que Thor se aflige, pero hace un gran esfuerzo por no llorar, al revivir la imagen de Khalar

El príncipe es un río de lágrimas, tristeza y desolación- finaliza el de largo y semiondulado cabello negro, sollozando

Hubo un príncipe, Khalar. Era el hombre más hermoso de todos los imperios, pero él fue arrancado de mi lado; saltó a su muerte directo al río que has nombrado. En mi país se le considera El príncipe del río-contesta el rubio pegando su cuerpo parcialmente al de su acompañante, para que sienta su calor; al sentirse un poco menos afligido. 

Thor OdinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora