Esa escuela que de cristales parece ser o como ese mar tan cristalino tiene sus paredes, una chica de ojos azules arruinó una parte de su vida al dejar esa nota a aquella chica quien sus sentimientos confundían, quien la sacaba de sus retorcidas ideas escolares y artísticas en el día y con solo un abrazo suyo, su día era totalmente feliz, aquella chica era Gaby una chica más baja que ella y castaña y de las que tienen una gran fama en las redes sociales. Había ocaciones que aquella chica enamorada se preguntara el ¿por qué? se enamoraba de aquella chica quien aún con sus encantos era un desastre.
Esa nota quien la letra era irreconocible y palabras eran dulces, las reconoció aquella chica dando a notar los sentimientos de aquella chica llamada Sofi quien era fría y de un escaso cálido corazón que le servía para poder ir en las calles sin abrigo en temporadas no muy bajas del invierno. Ella deseaba amar e hizo aquella carta a Gaby y se arrepiente de ello. Días y días ella le preguntaba a Sofi si ella era quien escribía aquellas dulces notas que la alegraban y ella se negaba, tenía miedo de mostrar sus sentimientos como las veces pasadas en su historia amorosa.Aquellas notas desaparecieron y aquellas sonrisas por ellas desaparecieron. Sofi deseaba olvidar amar pero aún quería sentir ese cálido en su corazón que la mantenían viva por dentro.
Por un lado Gaby quiso actuar, quería sacar las verdades ocultas en las mangas y cabello largo de Sofi (muchos apostaban que podía ocultar dos o tres cuadernos en ese cabello sedoso y largo o más cosas). Se acercaba a ella con abrazos y un saludo que le alegraban el día y le tornaban un color carmesí muy débil en sus mejillas, pero empezó a dejar de ser suficiente para aquella chica de cabello largo quien dejaba de sonreír como antes, nadie sabía se pesar. Y todo empeoró, Gaby con esos deseos de revelar esas verdades se convirtieron en un sentimiento muy cálido que ella nunca esperó y Sofi deseaba amar pero no podía, era algo ya imposible de ocurrir entre aquellas chicas en cual amor estaba enredado.
Sofi continuó con sus estudios como antes y Gaby deseaba hablar con aquella chica quien serraba sus pensamientos y sentimientos en aquel cerebro lleno de misterios, ¡deseaba conocerla!
Exámenes Finales y todo era cansancio, mentes cansadas por estudiar y una chica castaña estaba desesperada (no por los exámenes) por hablar con Sofi y decir sus sentimientos, ese era su último año en aquella escuela de paredes como el mar cristalino donde puedes ver la vida en sus profundidades. Gaby decidió actuar, escribió una nota como las de Sofi donde la hacía esperar al día siguiente en el árbol de uno de los jardines más desalojados de los salones y alumno y con los amaneceres más hermosos de la escuela.
Aquella nota le llegó a la de cabellera sedosa como arte de magia, ningún rastro y no tenía muestra de ser broma de sus amigas. Pudo sentir esa pulsación en el corazón que tiempo no sentía y espero con ansias al siguiente día donde se encontraría al escritor de aquella nota en el medio amanecer (el reencuentro sería a las 7:10 am a 15 minutos a que empezaran las clases).Empezó un nuevo día y las personas llegaban. Y una chica de cabello sedoso corría con su mochila en brazos para depositarla en su específico lugar y seguir corriendo para aquel lugar donde la esperaban, su corazón latía a mil por hora.
Al llegar no veía a nadie, nadie la esperaba en aquel árbol con un amanecer a medio salir, estaba cansada y con los sentimientos algo derrumbados al no ver a nadie. Ya estaba dispuesta a irse pero un alto llegó a sus oído, Gaby le dio un grito para que no se fuera de allí, el el transporte la atrasó de aquel plan que tenía pero aún así funcionó.Los ojos de Sofi estaban más que abiertos al ver a Gaby toda agitada con su mochila en hombros pidiéndole que no se fuera, pudo sentir como unas pequeñas lágrimas salían de sus ojos, la chica quien confundía sus sentimientos era la escritora de aquella carta.
-¡Me gustas!- Grito Gaby después de tomar unos respiros tras su carrera de maratón para llegar allí- ¡Desde aquel día que enviaste la nota mis sentimientos crecieron por ti!
Se escuchaban esas palabras a menos de 4 metros a los oídos de Sofía, ella estaba con las mejillas más rojas que antes y salían más lágrimas de sus ojos, nunca espero algo así de bello y extraordinario en su vida.
Después de aquella palabras Gaby empezó caminar pasó a paso lentamente hacia Sofía quien más roja como tomate y lágrimas ya hachadas tenía una pequeña sonrisa de alegría en su bella cara.
-¿Tu fuiste quien dejó esa nota desde el inicio, verdad?- dijo Gaby al estar al frente de Sofía, a ella también se les notaban sus mejilla coloradas.
-Siiii- dijo Sofía casi agudamente que se escuchaba- siempre has confundido mis sentimiento, por eso lo hice.
Gaby dio un pequeño suspiro de alegría y agarró una de las delicadas manos de Sofi y la beso- Si me hubieras dicho más temprano la verdad no hubiéramos pasado por todo este escándalo- Sofi se sorprendió y dio una pequeña carcajada ya con un tono carmesí más relajado en sus mejillas.
-Pero ya estamos aquí- Sofi contestó y volteó a ver a aquel amanecer que las acompañaba a Gaby y a ella y volteó a ver a aquella chica quien siempre confuso sus sentimientos y le sonrió- También me gustas.
Las dos chicas se empezaron a acercar lentamente para darse un dulce y tierno beso que se hacía sentir que el tiempo se parara, hasta que escucharon la campana que indicaba que las clases empezaban y quedaba menos de una hora para su próximo examen. Las dos chicas de separaron y se sonrieron a ellas mismas y caminaron juntas de la mano hacia el salón donde las esperaban y empezar un nuevo día.