QUIEN ES ELLA?

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Respiró profundo y se restregó una lágrima, pensar en Sokoe era abrumador pero ya no le quitaba el sueño, al contrario, era su aliciente para ser una mujer dichosa. Estaba tan distraída que no se percató que su príncipe la esperaba mas adelante viéndola fijamente con una sonrisa tenue. Pacientemente Sesshoumaru había esperado en su alcoba pero al ver que oscurecía y su mujer no llegaba, había salido a buscarla. Caminando en silencio hizo un ruido con la garganta para llamar la atención de Rin, que al verlo empezó a caminar rápido hasta llegar a él luciendo una gran sonrisa.

"Hola mi amor estaba aquí disfrutando de la noche!"
"Ya me di cuenta, estás lista pequeña?"
"Ah? Lista para que?"
"Vamos a dar un paseo!"
"Pero ahora? es de noche!"

Sesshoumaru no le contestó y la tomó de la mano mientras una nube blanca se formaba a sus pies y ambos se elevaban con suavidad, cobijados por el manto de estrellas que iluminaba el cielo. Rin le preguntó a donde iban pero no recibió ninguna respuesta por lo que prefirió esperar. Viajaron por un largo rato y la princesa pudo disfrutar de la belleza nocturna de la mano del responsable de su felicidad, en medio de aquella inmensidad recordó el sueño con la misteriosa mujer de cabello negro y decidió preguntarle a Sesshoumaru sobre eso una vez que llegaran a su destino. Estaban aproximándose a su destino y Rin lo supo porque Sesshoumaru disminuyó la velocidad con que viajaban, frente a ella no logró divisar mucho excepto por el ruido del agua corriendo y varios árboles. Descendieron con suavidad en una parte plana y en seguida el príncipe le pidió que cerrara los ojos, ella lo hizo sin pestañear cautivando al youkai.

"Sujétate bien de mi mano pequeña!"
"Hai!"
Sesshoumaru caminó despacio hasta llegar a la entrada de la gruta y fue donde tomó a Rin en brazos diciéndole que mantuviera los ojos cerrados. Caminaron así y la princesa supo que estaba en algún tipo de cueva porque los sonidos nocturnos se escuchaban como apagados y donde quiera que estuvieran era un lugar silencio y algo húmedo.

"Ya puedes abrir los ojos!"
"...oh!"

Rin se quedó boquiabierta, estaban en una cueva que tenía una fuente de aguas termales que los esperaba con un pequeño fuego ardiendo. Al pasear sus ojos por todo el sitio, se dio cuenta que había todo lo necesario para pasar la noche y el aroma de los alimentos preparados por su nana le dibujaron una sonrisa en los labios a la enmudecida princesa. Atento a su reacción Sesshoumaru le preguntó si le gustaba.

"Claro mi amor es maravilloso esa agua es caliente verdad?"
"Si!"

Sesshoumaru se la quedó viendo fijamente, emocionado de percibir como el aroma de Rin cambiaba para transformarse en una silenciosa y aromática seducción. Sin decir nada ella pasó los brazos por su cuello y desapareció la distancia entre ellos, feliz el príncipe se inclinó sobre ella para besarla, arrancando un suave gemido mientras deslizaba ambas manos sobre ella para percibir todas sus emociones, le parecía adorable la forma como ella parecía derretirse a sus caricias. Cuando sus labios se unieron Rin abrió la boca saboreando el aliento masculino mientras dejaba que las experimentadas manos recorrieran su torso y se acercaran más a sus piernas y entre sus muslos. Sumergido en aquel placer Sesshoumaru le habló al oído incitándola con la punta de la lengua sobre su lóbulo.

"Te gusta tu paseo?"
"mmm si mi amor cualquier lugar contigo es maravilloso y romántico!"

Rin le hablaba con una sonrisa, viéndolo directamente a los ojos y deslizando ambas manos por el pecho y hombros del suave pero fuerte pecho del youkai que la besaba con los labios entreabiertos, saboreando el interior de su boca y gruñendo suavemente, era un sonido grave pero cálido que la envolvía y la hacía sentir deseada. Dejándose llevar Sesshoumaru movió se desvistió sin dejar de besarla, luego con agilidad le quitó la yukata a Rin que al sentir el roce de la piel desnuda gimió y abrió los ojos para verlo. Ninguno dijo nada y ella se dejó envolver entre los fuertes brazos del youkai que en un santiamén la cargó de nuevo en brazos hasta depositarla sobre una piel tan blanca como la nieve y sumamente suave.
Antes de que Rin pudiera preguntar Sesshoumaru le dijo que era una reliquia familiar provocando sus risas más cuando se puso a mordisquearle la barbilla juguetonamente mientras le susurraba palabras de amor que halagaban su piel, sus ojos, su cabello y su cuerpo pero que por encima de todo dejaban al descubierto la pasión que ella despertaba en él con su amor incondicional.

UN YOUKAI ENAMORADO.....  SESSHOMARU Y RINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora