I don't wanna miss a thing.

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Tras el regreso de la mitad del universo a la realidad y la derrota definitiva de Thanos no quedó espacio alguno para los secretos.

Al abrir los ojos lacrimosos y aterrados, lo primero que vio Stephen Strange fueron los ojos cafés de Anthony Stark, grandes y húmedos, llenos de desolación y tintas de esperanza, felices de pronto. Peter estaba a su lado, despierto, cansado, cabizbajo, ambos arrodillados junto a él esperando a que reaccionara.

Pestañeó para asegurarse de que no alucinaba, trató de moverse para acercar su mano al rostro del otro pero era imposible, su cuerpo pesaba y dolía, los párpados se cerraban. Podía sentir cómo se desvanecía nuevamente pero era fuerte, regreso del desmayo para encontrarse con el hombre de acero y su corazón no le permitió irse hasta haberse sincerado.

-Tony...- susurró casi agotando el resto de sus fuerzas, esforzó de sobremanera el abdomen para articular palabra y cayó pesado sobre los brazos del castaño quien le abrazó tan pronto el alto recuperó consciencia. ¿Cómo iba a contarle todo lo que vio en las otras líneas de tiempo?

El recuerdo era sumamente doloroso y agotador, le desgarraba pensar en las veces que Stark fue suyo y lo perdió, las veces que no se atrevió a decirle y aún así le vio caer en manos de su enemigo, cuántas veces le vio llorar la muerte de sus amigos, la sangre que corrió por sus manos y la incalculable impotencia de no poder ayudarle.

-Está bien, está bien. Ya todos están bien. Descansa, Stephen. Descansa- Se apresuró a decir para que no se esforzarse de más. Le sostuvo con fuerza sin poder evitar humedecerle las ropas sobre el pecho. Se desvaneció en sus brazos respirando tranquilo.

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Despertó en el Sanctum Sanctorum con la adorable imagen de Wong sentado a un lado de la cama con la cabeza caída y los ojos cerrados; completamente "Alerta" como siempre decía cuando le encontraba en esa posición. Saltó al escuchar el zumbido en la madera de su silla, vio el teléfono y luego al bello durmiente

-Bienvenido, Hechicero Supremo- sonrió de lado al levantarse para palmearle suavemente el hombro. – Te extrañamos-

¿Extrañamos?

Wong comenzó a mover las manos para dar lugar a las bien conocidas chispas naranjas que darían lugar a un portal frente a la cama donde reposaba el hechicero. Del otro lado del pórtico mágico emergió la figura atlética y fina de Tony Stark que hacía gestos de eterno agradecimiento hacia Wong, con esto se retiró de la habitación permitiendo que los otros dos hablasen.

-¿Cómo te sientes? Traje hierbas de algún lugar con un nombre que no puedo pronunciar- levantó una pequeña caja en su mano derecha con intenciones de no tensar la conversación que iniciaba.

-Mejor, Stark. Muchas gracias- soltó suavemente con la sonrisa de lado

-¿Stark? ¿Te traigo té de una tienda hindú en Brooklyn y me sigues llamando Stark?-Se sentó al costado de Stephen y dejó la caja de té sobre la silla donde Wong hacía guardia hace algunos minutos. – ¿Gracias, por qué? ¿Por regresarte del otro mundo o por el té?-

-Gracias por todo, St... Tony- amplió la sonrisa, le miró directamente a los ojos y le tomó la mano osado. Hubo un silencio breve –Tony... las realidades que vi, ahí...

-No, no, Stephen. Ya todo terminó, no hay necesidad de volver- interrumpió apretando la mano del otro pero Stephen no acató esto y siguió

-En las otras líneas temporales, tú y yo- pausó para reír con la cara colorada y los ojos buscando enfocar un lugar distinto a Tony, fallando en esto último pues todo lo que quería ver estaba en él –Nosotros-

Songfics IronstrangeWhere stories live. Discover now