No me obligues

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Dante y yo ya nos encontrábamos ¿en el cuarto piso?; Supongo que donde nos encontramos ya no es relevante a este punto del edificio.


—Me duele la cabeza...- le susurraba.

Llevamos rato caminando cerca del otro, vamos Urara ¿Al menos podrías preguntar le a tu mejor amigo cómo está, ¿Será que él..?

—Urara, ¿Estás bien?.

—¡Eh! Claro, ¿Por qué no lo estaría?.-le sonreí.

Un tintineo se escuchaba al rededor de nosotros.

—¿Da-Dante?.- preguntaba temblorosa.

—No te preocupes, sigamos caminando.

Dante y yo seguíamos pasando por el mismo lugar, o al menos muy parecido; una y otra vez, subíamos las escaleras, pasábamos algunos corredores, la sala de descanso, doblábamos y estaban más escaleras. Casi no había diferencias entre los pisos, me parecía repetitivo. Esto solo me hacia recordar a la escuela y a Makin lo cual sin duda,  incrementaba mi malestar.

Entonces paso, subíamos las escaleras cuando di el primer paso en el piso nuevo, un foco se reventó.
Solté un pequeño grito pues eso me sorprendió.

—Saben que estamos aquí.-decía Dante mientras se acomoda parte de la ropa.

Escuchaba en mi mente la voz de Makin diciendo, "hola", o simplemente quizá estaba pensando en él. Cuando una sensación helada recorrió mi espalda, como si la temperatura detrás de mí hubiera descendido, así que mire hacia atrás y me encontré con una figura humanoide que no alcanzaba a distinguir del todo.

—¿Urara?.- me preguntaba Dante.

Me gire hacia él.
Únicamente se me ocurrió y le señale lo que estaba viendo, pero ya no había nada.

—Tranquila, estarás a salvó conmigo.-Su voz era tan tranquilizadora.

—Por favor rindase, caballero.- La voz de esa venia atrás de nosotros pertenecía a la enfermera con la que había dejado a Dante antes.

¿Caballero? De esa misma forma le llamo el chico de ojos verdes.

—¿Que te hace pensar que ahora sera diferente?.-Dante la retaba mientras me colocaba detrás suyo empujándome hacia arriba de las escaleras.

—Jajajaja.-se reia con fuerza—Llevas tan poco tiempo siendo caballero, es imposible que puedas con todos.

—¿Todos?.- Dante bajo la guardiana solo un momento.

La enfermera lo ataco con una especie de hilos extraños, lo suficientemente fuerte como para desarmarlo, cuando toco el suelo se "apago" y salieron de las sombras el niño de mis pesadillas, con el chico de ojos verdes.

—Quédate detrás de mi, Urara.

No.

¿Que es esto?¿Que esta pasando?¿Por que solo Makin, me provoca ese dolor tan intenso?¿Yo morí junto a Dante y por eso tengo esta clase de pensamientos tan horribles?¿Por la culpa?¿Y si realmente yo tengo la culpa, tendré la solución también?

—¡Que te quedes detrás!.- me gritaba dante cada vez más alterado. 

Hice a un lado su mano y me coloque por poco tiempo delante de él. Suspire, solo podía oír mis latidos; junte mis manos, cerré los ojos y dije.

—Me dan miedo los hospitales.- Apenas abrí los ojos pude ver la cara de la enfermera vigorizaste y un poco excitada la verdad.

Me apunto con sus extraños hilos, sin embargo ya la había visto atacar antes.

UraraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora