Capítulo III

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Las miradas de la rubia y de la pelirrosa se cruzaron, solo para desviar miradas.

"Joven Gaara"

"No me agradezcas, no tienes nada que agradecer" Dijo el pelirrojo.

"Le agradezco igualmente joven Gaara"

"Solo tuteame"

"Y bueno, en vez de estar hablando deberíamos desatarla" Le dijo la hermana mientras se arrodillaba a hacerlo.

"Está muy cerca" Pensó la pelirrosa.

La mirada de la rubia y la de ella volvieron a cruzarse, esos ojos verde azulado penetraron en la mirada esmeralda de la chica.

"Disculpa la demora para desatarte, debo hacerlo con cuidado"

"Tienes suerte de que estuviéramos pasando por aquí" Habló el marionetista.

"Solo fue una coincidencia, incluso debí morir hace tiempo atrás" En un tono algo triste.

"Estamos enterados de la situación de tu antiguo equipo" Dijo la rubia.

"Oh, eso"

La rubia terminó de deshacer las ataduras, para ayudarle a la chica a ponerse de pie.

"Si necesitas ayuda llámame, bebé llorona"

"Oye, no soy un bebé" Le reclamo la Haruno con un leve sonrojo en el rostro.

"¿Ah sí? Si no mal recuerdo hace un momento estabas triste por esos idiotas" Le dijo mientras se acercaba a su rostro.

"Si, supongo"

"No deberías estar triste, pronto Gaara será nombrado Kazekage, podrías ayudarnos con los preparativos" Dijo el otro hermano.

"¿Tanto pasa en tan poco tiempo?"

"Lo último que supimos de ti es que estabas desaparecida" Le dijeron los hermanos mientras comenzaban a caminar"

"Si, antes de eso estaba entrenando con la Hokage para almacenar chakra, pero supongo que lo retomaré en otro momento"

"Creo que se lo que paso" Habló Gaara

"No hay manera de repararlo"

"Cada cierto tiempo, nuestra aldea renueva un tratado de hierbas medicinales con la tuya, creo que podríamos ponerlo sobre la mesa"

"Puedes pensarlo luego Gaara, creo que es mejor que Sakura descanse" Le dijo Temari.

"Hay mucho por hacer, lo haré bien Temari"

"Confío en ti, siempre lo he hecho"

Después de un largo tiempo de viaje, llegaron a su aldea, pararon en una tienda de ropa para la Haruno.

"Pruebate esto, seguro te queda bien"

"Temari, no es necesario, en serio" Le dijo apenada.

"No te estoy preguntando si quieres o no, solo pruébalo, tienes toda la ropa llena de arena" Dijo volteando a ver hacía otro lado para que no se notara el leve sonrojo.

"Solamente ¿Podrías comprarlo y podría ponermelo en tu casa? Me da vergüenza que me vean"

"Si ¿Por qué no?" Dijo un poco molesta.

Habiendo comprado el conjunto se retiraron rumbo a casa, pero el ambiente se sentía incómodo.

No se dirigieron una palabra hasta llegar.

"Date un baño, deje tu ropa dentro de mi habitación, iré a ver a Gaara a la oficina"

"Está bien"

La chica entro a la ducha, quitandose la ropa, solo para ver su cuerpo y derrumbarse al recordar que ya no tenía una vida "normal".

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