Una tarde, en plaza de armas, esperaba no sé a quién; sentado en la banca frente al lugar donde suelen jugar ajedrez, me fumo un cigarro mientras miro hacia la pileta esperando su llegada... la llegada de ese alguien tan importante para mí, ese alguien a quién le dediqué mi tiempo. la vida de a poco se me iba, mi cigarro se acababa, plaza de armas se vaciaba, la oscuridad me alcanzaba. mis ojos pesan, mis hombros duelen y mis rodillas tiemblan, no me quedan cigarros, no me queda vida, no siento el viento, solo el invierno, pasaron años y ese alguien jamás llegó.
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¿Llegarás?
Proză scurtăEl tiempo es veloz, mi cigarro se consume, la vida se me escapa.