"Karma"

Autodescubrimiento

Luego del paso de los días ya en el templo mejore más de lo que había pensado, me condicione lo suficiente y sinceramente me comenzaba a aburrir por el hecho de que los súper monjes no me querían enseñar nada. Según Ashly era porque me faltaba aprender muchas cosas, pero ya sabía todo lo que creía que necesitaba, todos los movimientos, técnicas de lucha, un poco de la historia de Teinshiba, etc. Y al considerar que Feña es un reflejo mío tampoco deberían enseñarle nada, pero si lo hacen y cuando le pregunto por qué el solo sonríe y dice "Solo espera y veras hermano". Hay muchas veces que me desespera y no solo por ser mi hermano mayor, sino que también es mucho mejor que yo en todo, defensa, ataque, carisma, empatía y bueno para que alargarnos más, creo que quedo claro.

Pasan los días y yo sigo aquí sin nada que hacer comienzo a dejar de lado la idea de poder salvar a Karma y a la par se me mete otra idea: Vivir mi vida con Ashly. Pero solo era una utopía pues si no lograba salvar mi pueblo, no habría vida que pudiera disfrutar con ella.

Un día estaba tan aburrido (más de lo normal) que comencé a caminar por todo el lugar y conversando conmigo mismo y era un constante:

-Will cuéntame de ti

-Claro Will tu eres...

Y simplemente quedaba en blanco, me di cuenta que no me conocía en absoluto, algo irónico ¿no? Pero era verdad así que me dedique a conocerme. Todos los días después de almuerzo me iba debajo de un árbol parecido a un sauce a escribir lo que pensaba y salían cosas muy extrañas que me ayudaron a darme cuenta que simplemente soy un inadaptado con desorden mental, soy demasiado cursi, frio y calculador a la vez, me vuelvo loco por el hecho de pensar que mi sombra tiene vida y me sigue, adoro la música y sobretodo las que tienen ritmos muy atrevidos o muy relajados, soy bueno escuchando y dando consejos. Eso tengo de momento y en realidad me conformo, de no saber nada en absoluto a conocer todo esto era un gran paso.

- ¿Quién es? - Sentí una presencia extraña.

- Vaya sí que has estado concentrado últimamente, me sorprendes - Era Feña, se sentó a mi lado y prosiguió - El concentrarte te ayuda bastante puedes escuchar mucho mejor las cosas y sensaciones.

- Si me fije, pero solo lo hago de aburrimiento.

- Ojalá estuvieras aburrido más seguido - Saco una semilla de su bolsillo - Toma y acompáñame.

Fuimos hacia un jardín que había en la cima de una colina en donde había abono, palas y cosas de botánica.

- Aquí plantaremos nuestros arboles - Dijo mientras sonreía.

- ¿Nuestros arboles?

- Si, los monjes me explicaron que es tradición que sus alumnos planten árboles en alguno de estos lugares para que dejen huella así que a trabajar se ha dicho - Saco otra semilla y comenzó a cavar.

- ¿Porque tu semilla es diferente a la mía?

- Es simple, mi semilla es de roble en cambio tu semilla es un cerezo.

- ¿No te parece un árbol un poco afeminado para mí?

- Perfecto ¿No crees? - Soltó una risa leve - Aun después de lo que hiciste con Ashly sigo pensando que eres gay.

- Deja de joder con eso y préstame una pala.

Nos tomó alrededor de media hora plantar la semilla puesto que, según Feña, debía quedar bien profunda la semilla para que diera buena raíz, tallo y esas cosas, a pesar del tiempo que llevo, fue entretenido pasar un rato con ese idiota.

Esa misma noche fui al sauce a escribir un rato me recosté en su tronco y tomé mi cuaderno cuando de repente sentí otra presencia, esta vez un poco más delicada, era Ashly.

- ¿Qué haces aquí Will? - Pregunto extrañada y con los ojos aguados.

- Eh... Aquí vengo a escribir ¿Por qué? - Dije nervioso.

- Es el árbol que planto mi padre...

- ¿¡De verdad!? ¡Lo siento! - Me comencé a levantarme, aunque no pude lograrlo pues Ashly me empujo de vuelta.

- No seas bobo - Se recostó a mi lado - Es solo un árbol, ¿Puedo leer?

- Claro, aunque no soy muy bueno

Ella prosiguió a leer lo que había escrito, luego me dijo que le había parecido magnifico y pidió que por favor le enseñara, cosa que no pude, simplemente las palabras salían de mi mente y se plasmaban sobre el cuaderno es como si hubiese nacido para esto, me alegra haber descubierto algo para lo que de verdad soy bueno.

Al amanecer, Ashly ya no estaba por lo que fui camino al templo en donde me esperaba una gran sorpresa.

- Bien hecho Will, Tu entrenamiento comenzara hoy mismo en la tarde - Dijo uno de los monjes.

- ¿Como? ¿Ya logré hacer lo que querían que hiciera? - Respondí extasiado.

- Claro - Respondió otro de los monjes - Te aburriste tanto que al fin lograste conocerte bien y aunque aún te falta un poco, el tiempo se nos esta yendo de las manos.

- Entonces, comencemos de inmediato - La verdad quería entrenar lo más pronto posible, mi pueblo estaba en peligro y no lograba hacer nada - ¿Que esperamos?

- La comida, tenemos hambre - Respondieron al unísono.

Por fin mi entrenamiento iba a comenzar y no podía estar más emocionado; ahora solo queda esperar a estos ancianos que al parecer no comen muy rápido.