Parte única

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Después de un día en la playa al que las chicas le obligaron a ir, se encontraba en la casa que habían usado de tienda en la mañana, en una de las habitaciones que le había tocado compartir, con nada más y nada menos que su novio en secreto, Abarai Renji.

Él y Renji llevaban siendo pareja desde que habían salvado juntos a Rukia la vez que se infiltraron en el Seiretei. No se lo habían dicho a nadie ya que temían sus reacciones, sobretodo la de la pelinegra al ver que su dos mejores amigos se habían juntado.

Pero que más podían hacer, se amaban y esperaban que algún día sus amigos lo entendieran.

Se encontraba ya listo para irse a dormir, pero una idea le pasó por la cabeza. Una idea que le incluía a él, a su novio y mucho sufrimiento para los dos. Una sonrisa maliciosa cruzó por su cara para seguidamente quitarla al escuchar la puerta abrirse y cerrarse con pestillo, parecía que el pelirrojo también tenía ganas de disfrutar una buena noche.

Sintió unas manos rodearle la cintura y unos labios en su oreja.

—¿Qué te parece si jugamos, Ichigo?— susurró en su oreja para meter sus manos por la camiseta que en ese momento llevaba.
Un jadeo salió de su boca sin que lo pudiera contener.

—Me parece bien, pero yo decido el juego— le respondió para darse la vuelta, cogerle las muñecas y tumbarlo en la cama.
Renji tenía la sonrisa maliciosa que Ichigo había puesto anteriormente tras ver las intenciones del menor.

—Y ¿se puede saber a qué quieres jugar?— preguntó con un tono pícaro sin borrar la sonrisa de su cara.

—A prohibido tocar— respondió, viendo como la cara de Renji cambiaba completamente de una sonrisa pícara a una cara de asustado.

—¿Qué clase de juego es ese?— preguntó con miedo ante la respuesta del contrario.

—Que yo puedo hacer lo que quiera, pero tú no puedes tocarme en ningún momento, a menos no hasta que yo diga lo contrario— explicó, acercándose peligrosamente a la cara del mayor y posando sus brazos alrededor de su cuello.

—Oohh, entiendo, eres cruel ¿lo sabes?— volvió a poner la sonrisa que tenía antes.

—Creeme, será una tortura para ambos— finalizó cortando el espacio entre ambos, uniendo sus bocas en un beso al mismo tiempo que se sentaba en el regazo del pelirrojo.

Ambos estaban disfrutando de ese beso e, inconscientemente, Renji llevó sus manos a la cintura de Ichigo, a lo que este le dio un golpe en reproche.

—No, no, recuerda que no me puedes tocar— recordó con una sonrisa triunfante al ver la cara de disgusto del contrario.

Sin dejarle decir palabra lo volvió a besar, pero esta vez profundizando más el beso. Abarai, sin saber que hacer con las manos, las echó a los lados de su cabeza disfrutando el beso que su pareja le estaba dando.

El contacto de ambas bocas cada vez era más profundo y tuvieron que separarse para poder respirar, aunque ese momento no duró mucho porque enseguida Ichigo volvió a buscar ese contacto, esta vez metiendo su lengua en la boca de Renji y acercandolo más a su persona con los brazos en su cuello. Incluso ahora que el mayor no podía hacer otra cosa más que disfrutar, seguía llevando el control del beso, demostrando así que era más fuerte que él incluso en ese momento.

Cuando se volvieron a quedar sin aire, Ichigo se separó con la respiración agitada. Vio la lujuria que se reflejaba en los ojos del mayor y, queriendo desesperarlo aun más, empezó a retirarse la camiseta lenta y tortuosamente ante los ojos del pelirrojo y lanzarla a algún lugar de la habitación. Ante tal vista el chico sobre la cama podía sentir un cosquilleo en las manos al querer tocar la tersa piel que estaba a su alcance, pero que en ese momento le era imposible llevarlo a cabo ante la regla del menor.
Ante la intensa mirada llena de lujuria y deseo por parte de Abarai, tanto su cara como todo su cuerpo subió de temperatura cogiendo un tono rojizo que iba en comparación con el pelo del contrario. Esto lo único que hizo fue desesperar aún más a Renji, que ante la tentación apretó las manos formando puños mientras se comía con la mirada al chico encima suya.

Prohibido tocarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora