Elecciones complicadas

Capítulo 1

Capítulo 1

 Cada día tengo menos ganas de salir de la cama. No lo sé. Estoy deprimida y lo único que quiero hacer es seguir durmiendo. Necesitaba un empujón y recurrí al apoyo de mi mejor amiga.

 -¡Hay por dios Emma! ¡Parece que te ha arrollado un camión! –gritó Lidia y no bromeaba. Me veía del asco. Un jean desgastado y una camiseta sucia colgaban sobre mi cuerpo, que cada vez lo sentía más pesado.

-Yo también te he echado de menos Liddy –dije y no me esforcé por ocultar mi cansancio. No la veía hace dos meses.

-Pasa Emm, te prepararé un café. De paso cuéntame que ha sido lo que te ha retenido tanto como para no venir dos meses a mi casa.

-Nada, encierro y ganas de estar aislada, pero por tu reacción, supongo que no luzco mejor.

-Perdón, lo que pasa es que realmente te ves echa mierda.

-YA ENTENDÍ LIDIA, SOY UNA BASURA CON PATAS –reaccioné y no medí mis palabras. Solo necesitaba a alguien que me abrazara. No sé si sirve de algo desplomarse a llorar. Puede ser una forma de desahogarse pero no le veo mucho sentido. Solo te amarga y te hace sentir peor. Lastimosamente, soy una chica sensible, por lo que me veo incapaz de retener las lágrimas.     

-Cariño no dije eso –amaba sus mimos tranquilizadores en mi pelo –Cuéntame todo lo que sientas, no te guardes nada. Luego te daré mis consejos.

 Así que empecé. La forma en que mi familia me había despojado de casa, las terribles discusiones con cualquiera que me rodeaba, mi falta de empleo. Sobre todo eso.

-Emma, lo lamento.

-No es nada.

-Mira, este es un defecto del que nunca me canso de renombrarte y que te he dicho que traería consecuencias en el futuro. Sos demasiado materialista, o sea, consideras todo el tema de la plata o los objetos, más importante que otras cosas.

-Tal vez…

-Pero eso no es todo lo que noto en ti. Creo que necesitas un cambio de aire. Comenzar una nueva aventura.

-¿Tú crees?

-Emma Boward, ¿Me estás cuestionando? –Preguntó sobreactuando sorpresa –Emm, tienes 25 años. Vive esa edad irrepetible.

-¿Y cómo comienzo de nuevo?

-¿Tienes lo suficiente como para un pasaje de avión y estadía de un mes en cualquier hotel?

-Supongo.

-Perfecto, ¿qué te parece Roma?

-¿Cómo haré para conseguir un pasaje a Roma tan rápido?

-Mmm, no lo sé. Si tan solo tuvieras una mejor amiga anticipada, que tiene contactos y que ya viene planeando esto hace mucho tiempo –dijo y agarró un sobre que había en la encimera de arriba -¡Mira esto! Casualmente tienes una.

-¡NO! ¿ME COMPRASTE UN PASAJE DE AVIÓN?

-Por supuesto que no. ¿Qué te hizo pensar eso? –dijo con aire irónico.

-No puedo aceptarlo Lidya, es un favor muy grande.

-Ya me darás la plata, de en serio. Ahora solo márchate te espera un vuelo a Roma para mañana a las 9 AM en punto.

Salté a sus brazos y la llené de besos. Esta vez había ido muy lejos. Es increíble que me haya tocado una mejor amiga como ella, estoy realmente agradecida.

-Te amo Liddy, te has pasado.

 -Si si si. Soy genial, lo sé. Ahora vete, has tus maletas, mándame una postal y no vuelvas si seguís con esa cara de culo.