( La canción Don't Stop The Music de Rihanna, en serio, lo más)
···
Cuelgo el teléfono, tras hablar con Megan. Ni siquiera iba a perder mi tiempo en discutir con ella, sabía que sería tiempo perdido, y además, tampoco me desagradaba la idea de salir de mi casa e irme de fiesta.
Últimamente, por no decir desde hace dos años, la situación en casa es insostenible. Pocos son los días que tengo ganas de entrar por la puerta, y saludar a mi hermano. Con el tiempo me consolaba diciéndome que se habría independizado, pero que va. Para mi desgracia es como un grano en el culo, que siempre acaba saliendo, y que siempre es molesto. En cuánto a mi madre, se pasa la mayoría de las horas en el trabajo, para mantener la carrera de mi hermano, y prepararse ahora para pagar la mía. Wow, 18 años, quién me iba a decir...
Bueno, en realidad sigo teniendo 17, pero tampoco importa, he hecho todo lo que podría hacer una chica de 18, pero con un año menos.
- Mamá, esta noche saldré con Megan- Salgo de mi cuarto con tal de que me escuche.
- Está bien, ¿con quién vais?- Mira atentamente la pantalla de su móvil de mientras.
- Pues de momento Megan, Susan y yo, aunque a lo mejor se apunta Cole.
- Uy, ¿Cole? Me acuerdo de él, lo conociste en Bachillerato, ¿cierto? Es guapete, eh... -Me mira, y pongo mis ojos en blanco. - Es el colmo, mamá...
Mi madre es de esas que anima a su propia hija a ligarse a quien ella considere, pero una vez que su querida hija está con alguien, la ve como una niñita y es intocable...Por eso es mejor mentirle, y que siga pensando que aún soy esa niñita de 15 años...
Esta noche tenía que ser de esas que te dejan con buen sabor de boca. Iba a por todas, y me daba igual cuando y con quien, sólo quería olvidarle.
···
- Podrías haber tardado menos, cabrona. -Megan odia esperar a la gente, pero ella no es la más indicada para hablar, joder.
- Perdón, aquí la señorita puntual al habla...
- Dejaros de discutir y poneros el puto cinturón. -Corta el rollo Cole, que conduce, tenía 19 años, y un bonito carnet de conducir. También quería tirarse a Susan, la cuál iba de copiloto, y le regalaba ojitos tiernos al chico. Megan y yo íbamos atrás.
Durante el trayecto hablábamos y cantábamos con la música del equipo del coche, aunque también discutíamos sobre quien de las tres ligaría más esta noche. A Susan en el fondo la descartamos, le va a acabar comiendo la boca a Cole, lo sé. Lo que también sé es que esta noche voy a por todas, y si tengo que superar a Megan lo voy a hacer.
···
Entramos en la discoteca, esta vez íbamos a pagar por las bebidas en la barra, aunque con algo de descuento, Cole tiene sus contactos. Megan y yo optamos por sentarnos a esperar las bebidas, el barman era bastante mono. Susan se ha ido directamente a la pista de baile, mientras Cole le come con la mirada. Dios, que asco me dan. No voy a mentir, ahora busco a alguien a quien tirarme, para mi el amor es inexistente. Está muerto, podrido, acabado, desde hace mucho tiempo.
- Ponme otro anda. -Miro al barman, el cuál me sonríe.
- Deberías controlar, has entrado apenas hace 15 minutos y has bebido más alcohol del que puede soportar tu cuerpo. -Coge otro vaso de cubata de mientras.