❧ Cinco. {2/2}

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  A la mañana siguiente, el clima sorprendió a Anna más de lo usual. El cielo estaba cubierto con algunas nubes, y con un sol tapado por algunas de estas. Refunfuñó, era un día lindo como para llevar una blusa con las mangas hasta la muñeca, o como para llevar consigo una campera pero, no podía ir con sus brazos descubiertos. Tenía marcas por todas partes, y no iba a mostrarlas como si nada.
Abrió la ventana de su habitación, el aire era cálido, fresco, puro, y limpio.
Sus brazos dolían cada vez que estos se flexionaban, no pensó en el dolor al día siguiente que este le otorgaría, solo pensó en la manera que la hacía sentir en ese mismo momento.
Su padre tocó a la puerta.
—Anna, estoy a punto de salir al trabajo, ¿estás mejor?
Miró a sus brazos.
—Sí, suerte en el trabajo, pa.
—Suerte en la escuela, Anna. —Dijo esto, y se fue.
Cuando Anna escuchó la puerta de la casa cerrarse, destrabó la puerta de su habitación, y abrió la puerta para comprobarlo.
Fue a su armario, y en el último cajón, buscó unas vendas que tenía.
Se deshizo de su pijama, y se cubrió con las mismas para que si las heridas se le abrían, este pudiera detener la sangre por lo menos un rato. Cuando apretó con fuerza para que esta se le quedara bien ajustada a su antebrazo.

{...}

La cantidad de maquillaje que se había puesto en su cara fue increíble. Cuando se vio en el espejo de su baño, sintió pena por sí misma.
Cinco moretones alrededor de su cara, y unos dos en su cuello.
Al entrar al Instituto, iba con la cabeza baja, había perdido sus lentes de contacto, por lo tanto, llevaba gafas y lo peor de todo, se notaban sus hermosos ojos verdes, siempre los tapaba con sus lentes de contacto de color café.
Estos llamaban mucho la atención, y por eso sus ojos no le agradaban.
Llegó a su taquilla, y buscó su libro de biología, cuando llegó una chica con pelo rubio largo hasta la cintura, estaba apoyada contra el mismo. Anna le pidió permiso, y ella se quedó en el mismo lugar.
— ¿Tu eres Anna, verdad?
La chica se corrió, y ella abrió su taquilla.
—Si, ¿Quién eres?
—Alissya Thromp. —Acomodó su mochila, y se apoyó contra otro casillero. —Ayer, vi que tuviste un problema con Summer, y le he preguntado a ella...
Anna frunció el ceño.
— ¿Le has preguntado? ¿Tú sabes cómo es ella? Si estabas aquí, debiste haber escuchado que dijo que no contara nada... —Cerró de un golpe la puerta de este.
—Vale, lo siento, lo escuché pero, pensé que tal vez si te preguntaba a ti, no me dirías.
Anna se rió con un tono sarcástico.
—Hubiera preferido que me lo preguntaras a mí. Summer se enteró y... —Se quedó callada.
Alissya alzó las cejas esperando a que ella siguiera la frase.
—No fue lindo, ¿vale? Ahora, un consejo para la vida, no te metas en cosas ajenas...
Dijo con un tono demasiado imperativo.
Gracias a ella, ayer fueron a su casa a pegarle.
Tenía ganas de darse la cabeza contra la pared hasta morir.
—Lo siento, ¿vale? ¡No te pongas así!
Anna se detuvo y reflexionó. Le habló mal, pero es que solo estaba furiosa porque la lastimaron solo porque Alissya no quiso preguntarle por el hecho de que no quisiera decirle.
—Perdón por hablarte de esa manera, no estoy de humor. —Dijo dando la vuelta. Alzó los brazos, y los dejó caer en sus muslos a los segundos.
Alissya solo sonrió, y fue a su lado, Anna empezó a caminar, y al darse cuenta que ella la seguía, le miró.
Había visto a Alissya en muchas de sus clases, y en los recesos pero nunca pensó en hablarle o tener algún tipo de relación con ella, Anna frunció sus labios, y la rubia suspiró.
—A que te preguntas por qué estoy caminando contigo, ¿no?
—Haz leído mi mente.
Alissya juntó sus manos por su estómago, y sonrió de lado.
—Antes que nada, siento que necesitas ayuda chica, y segundo, pareces interesante. Me gusta conocer gente intrigante, y cerrada, tú... eres muy alejada a todo, eso me gusta, eres diferente. —Alzó los brazos, y siguió caminando, metió las manos en un bolsillo de su pantalón de jean.
Anna se limitó a mirar al piso hasta que sonrió de lado.
La chica de algún modo le parecía muy al estilo de Summer por la manera de vestirse, y maquillarse pero, en su personalidad parecía buena. Capaz debería averiguarlo, no iba a alejarse cuando tenía una oportunidad de conocer a alguien.
—Eres una persona loca, ¿sabías? —Anna le miró.
— ¿Por qué lo dices? —Preguntó la rubia recogiéndose el pelo en una coleta toda desordenada.
—Porque me hablaste, ahora Summer también podría molestarte a ti solo por haberme hablado tan solo una vez.
Alissya rió, y apagó su celular mientras que se dio media vuelta para mirarle.
—Es irónico porque, Summer te habla todo el día...

{...}

Hubo un momento en la clase de la cuarta hora que le pareció muy incómodo.
Demasiado.
Ashton se le pasó mirando toda la hora, seguro preguntándose por qué ya no tenía golpes en toda la cara. Anna realmente molesta por como él le miraba, le miró y Ashton al darse cuenta de eso, desvió su mirada.
Alissya golpeó su brazo con la mano, y le guiñó un ojo. Anna rió.
Tocó el timbre y todos los alumnos se pararon de sus respectivos asientos, y salieron. El profesor fue el primero en salir, y la rubia agarró el antebrazo de Anna entre sus manos para llevarla fuera rápido.
Anna se mordió el labio tratando de no gritar, y cerró los ojos con fuerza al sentir un escalofrío en todo su cuerpo.
Antes de que saliera, Ashton la tomó de la campera, y las dos se pararon en seco, y él le dijo a la rubia que se fuera que debía hablar con Anna, quien al principio se negó pero, luego de ver la mirada de Ashton sobre ella, aceptó.
Todos le dominaban como a un perrito.
—Es verdad lo que dice Summer, se te controla muy fácil.
Anna se cruzó de brazos y se sentó en un pupitre para escuchar lo que él tenía que decirle. Miraba hacia el piso cuando él le silbó para que levantara la cabeza.
—Muy bien, perrito. —Le aplaudió en la cara.
Bufó, y rodó los ojos.
—Si vas a decirme cosas para lastimarme, no es necesario, con tu novia es suficiente... —Dijo esto, y se paró para irse pero, Ashton la tomó del brazo. Se mordió el labio, y se zafó de su agarre.
— ¿Qué te pasó ayer en la cara? Estabas llena de moretones, y hoy no tienes nada.
Anna rió, y miró hacia un costado para luego posar su vista en él.
— ¿Para qué quieres saber? Es mi vida, no la tuya.
—Pero tu vida es controlada por todos nosotros. —Tomó el brazo de Anna entre sus manos con fuerza. — ¿Qué te ha...?
—Me estás lastimando. —Susurró mirando al brazo, y Ashton la soltó al segundo.
Ashton miró hacia sus ojos, y observó como brillaban estos. Anna bajó la cabeza, sintiendo vergüenza, y sin decir nada más, salió del salón. Alissya le había esperado.
— ¿Qué quería?
—Molestarme, ¿qué más? Sólo sirve para eso.
Acarició su brazo y luego, miró hacia el frente. Este le ardía, le ardía mucho, y cuando levantó un poco su cazadora vio que salía sangre de sus heridas, se habían abierto.
« Mierda. »
Alissya se despidió de Anna, y se fue por otro pasillo.
Cuando ella iba para la salida, en esta se encontraba Summer con todo su grupo de amigas, y Ashton con todos sus compañeros.
Anna maldijo en silencio, y cerró los ojos, apresuró su paso cuando se dio cuenta que ellos miraban hacia otro lado, no le observaban.
Era su oportunidad.
Estaba a punto de salir cuando sintió que le tiraban de su campera.
« Por favor, que no me hagan nada. »
—Te he visto caminar por ahí con Alissya... —Dijo Summer sonriendo. — ¿Piensas que ella va a ser tu amiga? —Arqueó una ceja. —Si es así, te equivocas. Nadie de este lugar, querría ser tu amiga... Sólo mírate. —Le escupió en cara. Anna tragó gordo. —Andar siempre a tu lado debe ser horrible, no vales la pena. —Se lo dijo en un susurro.
Anna se sintió tan vulnerable que solo se dio media vuelta y se fue.
En ese mismo momento, deseó que todas sus heridas se abrieran y sufriera como debía. Una lágrima cayó por su mejilla derecha, y luego de eso... salió corriendo a su casa. 

Let me die. ❧ Ashton Irwin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora