Capítulo 1

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8Pov de Tori

Hoy empezaba las vacaciones de verano, dando paso a celebraciones de muchachos calenturientos en casi toda la ciudad, así algunos vecindarios se llenarían de alcohol, drogas y autos empañados.

Beckett Oliver no se podía quedar atrás y aprovechando la casi perpetua ausencia de sus padres, organizó una magistral fiesta. En algún momento de la madrugada esa magistral fiesta se salió de control y decidí irme; tuve que ir caminando de vuelta a casa ya que mis amigos estaban demasiados ebrios y la única que estaba sobria era Jade West que obviamente ni siquiera me dejó acercarme, decidí no rogarle pues hasta que aceptara yo estaría cumpliendo 70. Caminé por varios minutos tratando de encontrar un bendito taxi, pero al parecer hoy no era mi día de suerte.

Pov Narrador

La noche se tornaba más oscura y silenciosa para ser Hollywood. Tori caminaba por una calle desierta después de pensar en lo peligroso que era estar por allí a esas horas, su mente aún ocupada con los últimos pasajes de la novela que había leído. El aire fresco le hacía sentir viva, pero también vulnerable. Un escalofrío recorrió su espalda, como si alguien la estuviera observando.

Se detuvo un momento, girando para mirar atrás, pero solo vio sombras. Sacudió la cabeza, intentando calmarse. “Solo es tu imaginación”, pensó. Pero el sentimiento de inquietud persistía.

Mientras continuaba su camino, escuchó un crujido detrás de ella. Se detuvo de nuevo, el corazón acelerándose. Cuando se giró, un hombre alto y enigmático emergió de las sombras, con una capucha que le ocultaba el rostro.

Hola, dijo él, su voz suave pero con un tono amenazante. Tori sintió que el pánico comenzaba a apoderarse de ella.

¿Qué quieres?, preguntó, tratando de sonar firme.

Solo quería hablar, respondió el hombre, dando un paso hacia ella. Tori sintió su instinto de huida gritarle que debía escapar.

Sin previo aviso, el hombre se lanzó hacia ella. Tori gritó, pero el sonido fue absorbido por la oscuridad. Él la agarró con fuerza y la arrastró hacia un callejón estrecho. Luchó con todas sus fuerzas, pero él era demasiado fuerte. El terror la invadió mientras sentía cómo su mundo se desmoronaba.

¡Déjame ir!, gritó, pero el eco de su voz se desvaneció en el silencio de la noche.

La empujó dentro de una furgoneta, y la puerta se cerró con un golpe sordo. La oscuridad y la claustrofobia la rodearon. “No, no, no...” repetía, buscando una salida, pero todo parecía inútil.

La furgoneta comenzó a moverse, y el motor rugió, llevándola a un destino desconocido. Tori se sentó en el suelo frío, sintiendo que la adrenalina la mantenía alerta. Debo pensar con claridad, se dijo a sí misma.

Había otro hombre al volante, y de repente, se giró para mirarla. Nadie vendrá a buscarte, dijo, una sonrisa burlona en su rostro.

¿Qué quieren de mi?, preguntó Tori, intentando mantener la calma.

Solo un pequeño favor, respondió el segundo hombre, y su mirada se volvió amenazante. Tori sintió el sudor frío recorrer su frente.

Mientras el hombre hablaba, Tori comenzó a buscar a su alrededor, buscando algo que pudiera usar. El interior de la furgoneta estaba desordenado, y entre las sombras, vio un destornillador en el suelo. Su corazón se aceleró. Este podría ser mi salvavidas, pensó.

Cuando los hombres se concentraron en la carretera, Tori se deslizó lentamente hacia el objeto, tratando de no hacer ruido. Su mano temblaba mientras alcanzaba el destornillador, y un rayo de esperanza iluminó su mente.

Logró alcanzarlo y sin pensar atacó al hombre que estaba cerca, lucharon con ferocidad, pero la fuerza del aquel mastodonte era demasiada. Por un golpe de suerte logró insertarle el destornillador en la mano, causando mayor furia. Maldita niña estúpida, tres golpes certeros llegaron a su cara dejando a Tori muy mareada.

Aprovechando el estado de la muchacha su cuerpo fue amarrado por precaución y tratado como un saco de papas, para después inyectar un narcótico en su cuello. La camioneta se trasladó hasta casi llegar a las afueras de Pasadena. LLegaron a una especie de fábrica, tres pisos, sin ventana alguna y en el portón había una nube con una "K" en color dorado.

Victoria fue trasladada al interior del lugar, abordando un ascensor que daba al laboratorio del lugar donde se podía apreciar bastantes cosas inusuales; le pusieron un bata, colocaron esposas gruesas en sus muñecas y pies aferrándola a una camilla de hospital a esperar que despierte.

Pov de Tori

La pesades, vista nublada, boca seca y cuerpo adolorido era lo que sentía. Mi extremidades aún no respondían y despertar en un lugar que no conocía en lo mínimo causa la peor de las sensaciones.

La sensibilidad por fin volvió y al intentar moverme el sonido tintineante de las esposas fue el designio de mi derrota y posterior muerte.

Tori: ¿Qué diablos?- Intenté quitarme las esposas desesperadamente .- Maldita sea ¡Ayuda!

???: Vaya, al fin despiertas sabes deberías calmarte un poco para que pueda presentarme correctamente ante ti. Soy el Doctor Finn y espero que te agrade el lugar porque estarás un buen tiempo aquí.

¿Quién era éste hombre?, ¿Qué quiere de mí?, son preguntas que tengo en la cabeza. Maldita hora en la que salí de esa fiesta.

Dr. Finn: ¿Te comió la lengua el ratón?, veo por tus golpes que mis chicos fueron un poco rudos contigo, una sincera disculpa de mi parte.

Dios sálvame aún tengo muchas cosas por las que vivir, quiero besar a una chica linda, casarme, ir de viaje por el mundo.

Dr. Finn: Tranquila con los días te irás adaptando a tu nuevo hogar y familia.

Tori: Claro que no; mi familia me buscará, encontrará y usted se irá directo a la cárcel.

Drc.Fin: Hasta que por fin hablas, pero digamos que eso no va a  suceder, hace unas horas "enviaste" una carta y de seguro creerán la mentira que estás en un campamento de música y no sospecharán nada.

Tori: ¿Qué me harás?

Drc.Fin: Eso después te lo diré pero primero debes comer algo y luego conocer a tu compañera que estarán un buen tiempo juntas.

Tori: ¿Qué compañera?

Me di la vuelta y vi una chica aún dormida estaba atada y en las mismas condiciones que yo. El Doc. se alejó y al pasar varios minutos empezó por fin a despertar, me miró igual o más aterrorizada de lo que me encontraba yo.

Tori: Hola.

MUTACIÓN(JORI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora