Al llegar a los departamentos la acompaño hasta su puerta.
- Espero que esto se repita – es lo único que dice, me besa la mejilla y velozmente entra a su casa.
Dejándome con el corazón acelerado y bastante ilusionado, después entro a mi hogar con un aire bobalicón deseando que la relación sobrepase los límites de la amistad.
Voy derecho a mi cama y me derrumbo en ella viendo fijamente al techo, pensado en unos ojos color tormenta que me encantan, para minutos después caer en un sueño profundo.
Me despierto listo para comenzar el día, incluso me levanté antes de que sonara la alarma.
Voy al baño y me lavo la cara, me visto con ropa deportiva, me calzo mis zapatos deportivos favoritos y salgo de mi departamento. Ya en la calle aspiro un poco de aire y comienzo a correr.
En el camino voy saludando a algunas personas de los locales que conozco y a unos cuantos vecinos, cinco calles después cruzo a la izquierda, así sucesivamente hasta que a comienzo a ver el edifico donde vivo.
Cuando llego a la entra del edificio me encuentro con Ariana que estaba saliendo.
- ¡Buenos días Alejandro! – dice ella sonriente y con un uniforme.
- ¡Bueno días! ¿Vas a trabajar? – nos detenemos quedando de frente para así poder conversar.
- Sí, tengo animales que atender – dice y suelta una risita. En su mejilla algo llama mi atención, es una pequeña mancha de pintura rosa - ¿Tienes tiempo libre en la tarde?
- Si tengo el día libre, por cierto, tienes una mancha de pintura en la mejilla – ella automáticamente se sonroja y comienza a frotar su mejilla derecha, pero la mancha se encontraba en la izquierda.
Así que me acerco un poco y con mi pulgar limpio la mancha dando suaves caricias, ella se queda congelada y su rostro decide competir por el color más rojo contra su cabello. En mi opinión, gana el cabello, su rostro pierde el color con el tiempo, aunque el color de sus mejillas la hacen ver más adorable, si eso es posible.
- Gracias – dice en un susurro, al mover sus labios me quedo hipnotizado viendo solo ese lugar, hasta que elevo mi vista a sus ojos para darme cuenta de que ella también está observándome. Cuando el espacio de por medio es cada vez más reducido ella se aleja y me sonríe – Me tengo que ir, nos vemos más tarde.
Con eso, ella se va a paso apresurado en dirección contraria y subo a mi departamento sintiendo la vergüenza comerme.
¿No quiso besarme? ¿No le gusto? Esto me pasa por estúpido ¿Qué tiene de difícil mantener el espacio personal con la chica que te gusta? Bueno, si es un poco difícil ... No, no puedo reaccionar así si apenas nos conocemos, la voy a asustar.
Mientras pienso como un loco, me la paso dando vueltas como un trompo por mi cuarto, hasta que cansado de mis bobadas me lanzo bocabajo en la cama. No me aguanto ni yo mismo.
Cuando estaba a punto de quedar dormido mi estómago gruñe recordándome que no he desayunado, no me puedo abstener de la comida más importante del día. Me levanto con la pereza presente y me cambio de ropa, por un mono mucho más cómodo y voy directo a la cocina.
Preparo una avena y busco dentro de la nevera unas fresas que deje por ahí, para que estas le den sabor a la avena. Ya con mi desayuno en el plato, voy a la sala y me siento en el sofá, para encender el televisor que se encuentra en frente.
Comienzo a ver un programa de detectives donde investigan el asesinato de una adolescente, poco a poco se vuelve muy bueno, pero cuando están a punto de conseguir una prueba contundente de que el asesino es el hermano como se sospecha, mi teléfono comienza a sonar como loco desde mi habitación.
Decido ignorarlo, sin embargo, pasan unos tres minutos y permanece igual de insistente, así que dejo mi plato en el sofá y voy trotando a mi cuarto, sigo el sonido para encontrar a mi teléfono en un estante del closet, supongo que se quedó ahí cuando me cambie.
Llamada entrante de Tía Anne
- ¡Hola tía! - digo y voy caminado a la sala.
- ¡Bebé! ¿Cómo está lo más bello de la tía? - escucho su alegre voz, tenía mucho tiempo sin saber de ella.
- Bien y ¿Cómo están ustedes? ¿dónde está Mari? - tomo el plato, me acomodo en el sofá para después terminar con el plato lleno de avena en los muslos.
- Todos estamos muy bien bebé. Te llamaba exactamente por Mari...
- ¿Le pasó algo? - digo sin dejar que termine de hablar
- Dejame hablar Alejandro José. No le pasó nada, hoy está de cumpleaños y quiere que vengas en la tarde a su fiesta ¿Puedes? - ¡Rayos! Se me olvido su cumpleaños.
- Si tía, estaré ahí a las cuatro, pero no le diga para que sea sorpresa.
- De acuerdo, nos vemos bebé tengo cosas que hacer - dice ella sonando un poco ajetreada.
- Nos vemos.
Cuando cuelga la llamada veo la hora en el teléfono, son las once y media. Tengo que comprarle algo en el camino a Mari, se pondría muy triste si no le llevo algo.
Pero hoy quedé para salir con Ariana ¿Será que le gustan los niños? ¿Estaría dispuesta a ir a una fiesta infantil? Espero que quiera ir y que llegue temprano para que nos de tiempo de comprar un regalo.
Tres horas después.
Luego de terminar de hablar con mi tía Anne, comí la avena en paz y decidí darme un baño. Ahora ya estoy listo para salir porque no sé a qué hora llega Ariana, en eso se escuchan algunos golpes en la entrada.
Así que salgo de mi habitación y me dirijo a la entrada de mi hogar, cuando abro la puerta me encuentro a Ariana con su linda melena roja recogida en una trenza, una camisa verde y unos pantalones de mezclilla. Sin pensarlo dos veces suelto la pregunta decisiva del día.
- ¿Te gustan los niños?
*************
¡Tenemos actualización de VOV!
En las cosas que Alejandro mete a Ariana ¿Será que a ella le agradan los niños? ¿O es de las chicas que ni los soportan? ¿Qué creen?
Nos leemos en otro capítulo ;)
Cambio y Fuera.
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Vecinos Otra Vez
RomanceDurante años Alejandro estuvo enamorado de su vecina Ariana, pero nunca dejó de observarla desde las sombras, no tu valor de acercarse a ella. Al graduarse de la preparatoria, los dos tomaron caminos diferentes; aunque Alejandro siguió con su vida n...