peleas

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“Ojalá solo pudiera…” pensaba un chico de ojos tristes mientras veía a quien consideraba su hermano hablando animadamente con una chica de lentes, se sentía...inútil? No esa no era la palabra, impotente tal vez, por no poder decir un un simple “te quiero” -¡¿porque demonios es tan difícil?!- grito frustrado dejando caer su cara sobre la mesa, que bien que no había nadie a su alrededor para escuchar sus quejas, odiaría tener que explicar el motivo de ellas, “nunca quise que esto terminara así”pensó mientras se levantaba de los asientos hechos de piedra, el receso no había terminado y realmente le molestaba estar al aire libre, por lo que se fue directo al salón, tal vez era el hecho de que no soportaba estar expuesto a los rayos del sol...o quizás no soportaba ver a k.o junto a Dendy. Más de una vez se había preguntado si a su hermano le gustaba esa nerd, como él la llamada, no era normal que dos personas que pasan tanto tiempo juntos no se gustan, se supone que cuando compartes la mayor parte de tu día con una persona empieza a atraerte aunque sea sentimentalmente “pero si ellos algún día empezarán a salir, simplemente no lo soportaría” celos...quizás, quien sabe “¡¿pero en qué demonios estoy pensando?! Deja de pensar tarugadas, porque me importaría si ese cabeza de cepillo decidiera salir con ella” se reprochó a si mismo, había perdido la noción de sus pasos por estar hundido en su diálogo mental, por lo que al levantar su mirada se encontró al lado de su salón que se encontraba totalmente vacío, mejor para el.

Entro al salon, con varios pupitres desordenados con carpetas, lápices y lapiceras desparramados sobre estos, fue hasta el final de esta sala ya que su asiento se encontraba hasta atrás, no le gustaba llamará la atención para nada, no le importaba socializar ni muchos menos, de hecho k.o era el único se animó a sentarse a su lado e intentar mantener conversaciones, bueno hasta aquella pequeña pelea que habían tenido hace una semana…”realmente lo lastime?” Se preguntó a sí mismo mientras recordaba lo ocurrido.

Flash back

-ya suéltame- gritó el chico de ojos morados mientras intenta zafarse de los brazos del castaño -no seas gruñón, déjate querer- dijo el castaño aferrándose aún con más fuerza, realmente quería mucho a su hermano y le gustaba demostrarselo muy seguido aunque no pudiera decir lo mismo del de ordes morados, era demasiado orgulloso como para dejar su actitud agria siquiera por unos momentos -no me interesa sólo suéltame, porque querría el cariño de alguien como tu- dijo tko sin pensar que sus palabras realmente lastimarán al castaño, este se sintió decaído después de escucharlo por lo que lo soltó en seco, tko al sentir el afloje aprovechó para alejarse unos centímetros del moreno, aun dándole la espalda, pero al momento de darse la vuelta se encontró con los ojos llorosos de su hermanito -yo…- dijo k.o sin levantar la mirada -¡ ya se que me odias!- afirmó el castaño casi a los gritos lo que sorprendió a tko que no pudo evitar retroceder un poco -¡pero ya estoy cansado de ser el único que lo está intentando, tú jamás me has dicho ni una sola vez que me querías cuando yo te lo e repetido hasta el cansancio, ni siquiera eres capaz de devolverme los buenos días,  pero yo...ya no puedo con esto, me canse, no te preocupes ya no volveré a molestarte, me rindo!- todo esto parecía tan irreal para el de ordes morados, no parecía el mismo niño cariñoso y amable del que se había...se había que? Enamorado? Puede ser, jamás pensó que el castaño reaccionaria de esa manera, aunque supongo que todo tiene un límite, y este fue el suyo -k.o espera yo…- dijo tko intentando detener al moreno que estaba a punto de salir de la habitación -que?!- respondió aun con un tono de voz no muy agradable que digamos -yo...yo- el de ordes morados no lograba poder confabula las palabras que el castaño quería oír desde ya hace mucho, esto solo hizo que se pusiera peor -vez! Ni siquiera puedes decirlo ahora...sabes que, ya no quiero escucharte!- dijo frío para salir corriendo de aquel lugar.

Fin del flash back

Y desde ese día k.o se había estado portando distante con tko, ya no podía soportarlo, le dolía su rechazo, hubiera sido masoquista de su parte quedarse a su lado sabiendo que le dolía… “te extraño, extraño tus abrazos, tu sonrisa, tu calor, tu voz, te extraño a ti...porque...porque?!” sus pensamientos empezaban a hacerse destructivos y asidos, de la rabia golpeó la mesa mientras se paraba de su asiento -ahg! Maldita sea porque están difícil decirte “te quiero
k.o. te quiero te quiero mucho “- el chico se detuvo en seco ya que al levantar la mirada se encontró con unos ojos cafés que lo miraban expectantes, su corazón se detuvo y sintió como palideció su piel, parecía como si le hubieran echado un cubo de agua fría desde la cabeza hasta los pies -...tko- mencionó el castaño parando de inmediato el corazón de tko, sentía como si le fuera a dar un infarto, como era posible que no se diera cuenta de que estaba allí, se sentía tan idiota ahora mismo por haber dicho todo eso en voz alta -yo…- el de tez pálida se sorprendió al ver la cara de su hermanito que se encontraba con unas cuantas lágrimas en sus ojitos cafés que brillaban tanto como el atardecer, y sus mejillas se encontraban teñidas de un suave color carmín -yo también te quiero- dijo lanzándose mientras rodeaba sus brazos en el cuello del contrario que no podía reaccionar a tal acción -lo siento, no quería gritarte, ni portarme tan mal contigo- se disculpó el castaño escondido su cara en el hombro de su hermano, él luego de unos segundos correspondió el abrazo del castaño, y un suave y cálido sentir se apoderó de su corazón -no
...el que lo lamenta soy yo, tienes razón, nunca antes había podido decirte que yo te...te quiero, y yo se que te hice mucho daño con mi silencio- respondió este, la verdad es que tenía que admitir que  le costó dejar su orgullo a un lado, pero eso no importaba si su hermano volvía a ser igual que antes, si lo abrazaba y sonreía, valía la pena -vale.te perdono...te quiero- comentar antes de que el timbre del fin de receso resonara por toda la escuela llamando a sus compañeros a entrar -bueno...supongo que nos veremos a la salida, nos vemos luego- dijo mientras se separaba y daba un suave beso en la mejilla a tko tiñendo a estas de un color carmesí y haciendo que sus latidos aumentarán progresivamente al sentir los labios del castaño sobre su piel.

Luego de esa pequeña escena que también a apena un poco al castaño, este fue a su asiento y casi a los segundos sus compañeros entraron al salón con caras de que fueran a un funeral, todos están revueltos en el salón quejándose o hablado de lo desagradable que se les hacía la siguiente clase, mientras tko se quedó estático en su sitio con las mejillas rojas, se sentía...bien? No podía creer que los labios del castaño habían tocado su piel, eran tan cálidos y suaves, pero esta pausa de la realidad no duró mucho ya que la profesora había entrado y tenía que estar con los pies plantados en la tierra por lo menos por una hora más. La clase paso muy aburrida, y además lenta para los dos chicos que no veían la hora de poder verse en la salida, querían hablar nuevamente luego de dos semanas, así lo hicieron e incluso el de ojos cafés había juntado la frialdad de sus manos volviéndola cálidas,  al final todo había resultado bien, pero el de ordes morados había aprendido una “lección” si se puede llamar así, como dicen algunos “aprecia lo que tienes” y el amor de k.o era una de las cosas que no está dispuesto a perder por nada en este mundo.

k.o x t.k.oDonde viven las historias. Descúbrelo ahora