Parte única

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Las frías gotas pasaban por todo su cuerpo desnudo. Ese día había sido como un infierno, hace más de cuatro veces que se bañaba. Pero aún así el calor y sudor no cesaban.

-¡Demonios! ¿Cuándo parará esta ola de calor?

Tomó la esponja de baño y comenzó a tallarse los brazos.

-¿Rennie?

-¡Rayos! -murmuró entre sí.

-Rennie, ¿Dónde estás?

-Amm...

-¿Estás ahí?

-Amm... -sólo le restaba confesar -Sí Nana, aquí estoy

-¿Hola? -abrió lentamente la puerta del baño y asomó su cara, notó la cortina que dividía la regadera del retrete. Y dentro de ella pudo ver la silueta de su pequeño novio.

-¿Se te ofrece algo?

-¿Puedo pasar a la ducha?

-¡Ni se te ocurra!

-Muy tarde

-Oh vaya

-Me bañaré contigo

-¡No! Espera tu turno -cubrió su delgado cuerpo con la toalla -Ahora ¡Afuera!

-Podemos ahorrar tiempo si nos bañamos juntos

No sabía cómo pero Jaemin siempre tenía la habilidad de convertir un no en un sí, que para RenJun más bien era un haz lo que quieras.

Ambos estaban duchándose, el chino ahora estaba en la parte del Shampoo y el castaño apenas enjabonándose.

Poco fue el tiempo que le duró al coreano estar calmado, pues su amigo comenzaba a despertar.

-Rennie...

-¿Mhm?

-Yo... Amm... Nada...

El mayor ya se había dado cuenta de lo que le ocurría, y aunque se podría decir que él era "El chico puro" del grupo, no era totalmente una perita en dulce, pues tratándose de esas situaciones le encantaba hacer sufrir a sus dominantes.

RenJun comenzaba a hacer rozones cerca del pelvis de su menor provocando más su excitación.

-¡Rennie basta!

-¿De qué? -soltó una risilla, pues sabía lo que hacía y no se arrepentía.

-No te hagas el inocente, lo sabes muy bien

-Yo no sé nada -volvió a pasar su zona trasera por el miembro de Jaemin haciendo que soltara un pequeño gemido.

-¡Para! Intento respetarte pero tú no ayudas, y si sigues así te vas a arrepentir

-¿Qué harás? ¿Saldrás de la regadera? -pasó su mano por la erección tratando de hacerlo ver como un accidente, aunque ambos sabían a la perfección que no lo era.

-Muy bien, ¡Hasta aquí! -tomó al pelirrojo de las caderas y lo volteó bruscamente.

Dio sus dos dedos a Huang quien gustosamente los comenzó a lamer mientras él jugaba con las tetillas del contrario haciendo que soltara un pequeño chillido y dejara de introducir los dedos a su boca.

-Ahí no Nana, soy muy sensible y lo sabes

-Tú no paraste cuando te lo pedí

-¡Na Jaemin!

-Pero como soy buena persona ahí lo dejamos

Miró sus dedos, y al ver que ya estaban suficientemente lubricados los introdujo en la estrecha entrada de RenJun.

Candy Land [NoMinRen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora