Capítulo 2

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Estaba caminando junto con mi madre, habíamos dejado el auto con la poca gasolina, y con poca me refiero a lo más mínimo, que quedaba en un lugar apartado de la carretera.
Mientras caminábamos veíamos casas, tiendas y más casas, todas eran de colores claros.

Prontamente llegamos por fin a una gasolinera, o eso creo, nos acercamos a un joven que estaba ahí y le explicamos nuestra situación, el muy amablemente nos dijo que llamaría a una grúa y aquí le pondrían la gasolina.
Suspire con mucha tranquilidad, ya que está situación me había hecho estar en angustia, me saque mis audífonos, y no sabía porque no me los había sacado antes.
Busque rápidamente de reojo algo donde sentarme, vi una tienda de comida y el estómago me rugió, seguramente tratando de pedir una rica comida.

-Má, me das dinero para comprar algo- Le dije sonriéndole y poniendo un cara tierna

-Claro, toma- Sacó de su bolsillo, 23 dólares, me los paso y rápidamente corrí hasta la tienda.

Pase adentro y pedí unas papas fritas, valían 18 dólares, me senté en una mesa y en algunos minutos llegaron las papas.
Estaban en un plato mediano, estaba completamente lleno, como no aguantaba más el hambre me las comí muy rápido.

En casi 5 minutos ya había comido todas las papas, me fui pagándole a un mesero, llegué a la gasolinera y mi mamá ya estaba dentro del auto, me subió en el asiento del copiloto y mi madre puso a arrancar el auto.

Luego de 7 minutos llegamos a la casa, era de un color celeste blanco, con un bonito pasto verde claro, me baje y junto conmigo baje mi bolso y una maleta de mi madre.
Camine un poco y llegué a la puerta, mi madre llegó atrás de mi con una maleta y las llaves en la mano, las puso en la puerta y la abrió.

¡Oh por dios! Esto era el mismísimo paraíso, era todo tan hermoso, las paredes estaban pintadas de un amarillo pálido, el piso era de una cerámica rara con algunos dibujos abstractos, tenía algunos muebles y cosas, dejé la maleta en el piso y subí una escalera que había ahí.

Llegué hasta unas puertas hermosas, abrí la primera que encontré y también era hermosa, saque mi cabeza por la puerta y vi a mi mamá, le grite

-Esta es mía- y me metí dentro nuevamente.

Dejé mi bolso en un mueble que había, y saque mis anteojos de descanso, vi de nuevo mi habitación y sonreí.

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⏰ Última actualización: Jun 10, 2018 ⏰

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