¿El amor siempre va sin razón?

Capitulo 3

Pasaron los días y ambos acordamos qué él se quedará conmigo mientras se recuperaba. Siempre curaba sus heridas y le cambiaba los vendajes en lo que planeábamos cómo hacer para separar a Ranma y Akane.

Mientras Ryoga estaba conmigo, esos días me sentí diferente experimenté sensaciones nuevas y extrañas, conocí un lado de Ryoga que jamás había visto. Me di cuenta de que además de ser rudo, fuerte y grosero, también puede ser tímido, sensible, inocente e inseguro.

Me puse a pensar un poco en el. ¿Cómo se sentiría el pobre si fracasa? Me sentaba junto a él, hablamos de nuestros sentimientos, lo que sentíamos cada quien por nuestro ser amado, el pobre sufría mucho, tanto que destrozaba mi corazón con cada palabra pues al hablar de Akane siempre lo hacia de una forma tan triste y deprimente, sus lagrimas rodaban por sus mejillas una tras otra llamándose a sí mismo cobarde, inútil bueno para nada. En ese instante quiso golpear piso pero antes de que lo hiciera lo detuve con una gran sonrisa y le dije: -Tontuelo, no eres el único que está sufriendo. Sabes... a veces imagino a Ranma acariciando mi cabello, muy suave entre sus dedos, pero se que eso nunca pasará-. Las lágrimas me rodaban, brotando una tras otra de mis mejillas, y cuando estuve por caer en llanto me levanté y con una sonrisa en el rostro le dije -¡Saldremos juntos de esta!- lo abrace, -Todo estará bien-. Cuándo estaba apunto de separarme de él, se aferró a mi y me dijo -Tonta. No te guardes todo tu sola. Tal vez te imaginas que yo sufro mucho por un amor no correspondido que conocí de hace tiempo y que fue amor a primera vista, pero creo que la que está sufriendo más aquí eres tú por un amor que se origino en ti desde que eran niños- En ese momento no

pude contenerme y envuelta en llanto le contesté -Lo amo tanto. Él ha sido el único hombre que he amado. Y aunque sé que solo me ve como una amiga, no puedo evitar pensar que algún día estará conmigo-