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El mundo es variopinto, contiene múltiples bellezas e impurezas.
Actualmente en pleno siglo XXI divinos, puros, híbridos, demonios, hadas, princesas, reyes, etc, han creado un convenio y todos estos grupos habitan en la Tierra, se han mezclado con los puros, los cuales muy pocos saben de su existencia y de aquel tratado.
Todos ellos viven como cualquier mortal y lógico al morir regresan a su reino y esperan 1 año para volver si es que lo desean con un cuerpo, nombre, familia y nacionalidad diferente.

Pero claro con un mundo tan megadiverso y con razas enemigas conviviendo día a día debe haber leyes. Por suerte solo tenemos dos.

1)No violar el Tratado de Razas; de ser así el o los culpables serán enviados al mundo de "almas perdidas"

2)No te enamores de alguien de tu raza (en caso de los demonios tampoco puede haber un romance con un ángel y viceversa).
Si esta regla llega a romperse los responsables serán desterrados y condenados a pasar el resto de sus días en la Tierra de otro Universo, es decir, en un mundo paralelo.

Todos los reinos acatan las reglas sin objetar, pero Lander se oponía verbalmente, sabe que no puede ir con Abaddon o con Lucifer para pedir respuestas a sus dudas, pero le fastidia la idea de cumplir tales normas, en especial la tercera regla, la cual no está escrita en el tratado, ya que es tan sencilla que desde su niñez les inculcan dicha orden... pero ¿Cuál es? No dañar a un puro por mucho que ellos te dañen físicamente, verbalmente puedes joderles todo lo que quieras.

En realidad todo esto es complicado de narrar. La Tierra en la que habitan es otro planeta distinto a este... Los astrónomos lo hallaron a eso del 2058, tiene las características adecuadas para vivir y sin más mil personas partieron al planeta C215 aunque los países se llaman igual, el paisaje es totalmente distinto...

El Rey Lander Donde viven las historias. Descúbrelo ahora