Todos los que en algún momento llegaron a toparse con Mina Ashido sabían que era una persona enérgica y alegre, sin embargo al ver el salón de clases bien podría tratarse de otra chica pues aquella peli rosa yacía sentada sin hablar con un semblante serio
- ¿Qué es lo que te sucede Mina? - pregunto el chico de quirk eléctrico
- No me pasa nada - contesto con simpleza sin siquiera mirarle a los ojos
- ¿segura? Si pasa algo sabes que puedes contármelo
- Si sucediera algo ya te lo habría dicho pero como no es el caso no tengo por que decirte nada - su tono era algo agridulce cosa que extraño a todos los compañeros que llegaron a escuchar.
Con algo de tristeza el rubio tomó asiento, no comprendía el por qué de la actitud de su novia. Así es después de llevar un tiempo cortejando la está le había aceptado pero sino podía tenerle confianza ¿qué clase de pareja eran?
Durante el día escolar meditaba sobre él como se acercaría a su chica sin que esta lo rechazara. Intentó de todo, hacerla reír quedó descartado desde su primer intento por entablar una charla, tratar de tomar su mano aunque esta estaba cubierta de ácido o comer juntos pero nada, simplemente no sabía que hacer.
La campana daba por terminadas las clases.
Sabía que sino la seguía podría perderla para siempre así que sin vacilar se acercó a su amigo Hanta para pedirle un gran favor, esté sin pensarlo mucho acepto con la condición de que le debería una.
- ¡Mina por favor espera!
- ¡déjame en paz solo quiero estar sola!
- ¡No puedo dejarte sola, quiero estar contigo!
- ¡cállate! - su grito sonaba un poco triste esta vez a la par que comenzaba a correr pero no dejaría que escapara esta vez, era hora de dejar las cosas en claro
- Hanta ahora
- muy bien - con su gran sonrisa solo lanzó un par de cintas de su brazo que al instante lograron atrapar su objetivo, el campamento si que había dado sus frutos - Toda tuya amigo - dijo sonriente para retirarse tras un agradecimiento del rubio.
- Por favor dime que te pasa ¿hice algo malo? - esperó un poco pero la respuesta no llegaba - muy bien señorita sino quieres hablar te besaré hasta que confieses
- espera... hablaré - aun si a simple vista parecía una persona sin pudor la realidad es que era de esas chicas que se avergonzaban solo con un beso - te vi ayer saliendo de una tienda con Jirou
- ¿es todo? ¿Sentías celos?
- es solo que se veían tan felices que pensé que ya te habías aburrido de mi
- pero mira que eres tontita, el que salga con alguna amiga de vez en cuando no significa que no te ame
- No puedo evitar sentirme celosa
- pues no debes ya que solo te amo a ti - reiteró liberándola para besarla con sinceridad
A veces es muy fácil mal interpretar la imagen ante nosotros pero solo basta con escuchar a nuestra pareja para darnos cuenta de la realidad.
