Amarga perdición

Cinco.

Vernon 

Llevo dos semanas soportando ese olor, no sé de quién es, y tampoco tengo muchas ganas de saber. 

Pero es diferente, es suave, pero se mete en mi cerebro y me roba unos cuantos gemidos

"Voy a encontrarlo"

Empujó los lentes oscuros con la mano libre, mientras con la otra sostengo la paleta que nos dieron en el médico, rodó los ojos al recordar porque vengo de ahí. Jeon se acerca más a mi muslo, donde duerme plácidamente, meto mi mano en su cabello, y empiezo a masajear,  mirando por la ventana, el autobús se acerca a una parada, y el olor empieza a ir de menos a más, hay un chico sentado en los escalones de una casa.

Un chico, bastante bonito, vestido coloridamente, con un gorrito de pato que parece comerse su cabeza, Jeon tiene uno idéntico, lo veo hasta captar la misma atención. 

Capta bastante atención de parte de algunas chicas de preparatoria, suelto un gruñido cuando el me ve, y Jeon suelta un bufido, cuando despierta. 

Analizó la pequeña figura de un omega, cuando se pone de pie, al encuentro de una anciana, bajito, piel canela, ojos azules, noto como tambalea y la anciana rodea con sus manos su torso, el camión empieza a avanzar. 

"El pequeño momento que cruzamos miradas es suficiente para querer ir detrás de él todo el tiempo, y por supuesto para estar detrás de él, sin dudarlo."

Te voy a encontrar, pequeño. 

Alguien va a llegar tarde a la escuela, y esa soy yo.
260 palabras.

-Disaster