Aunque les habían separado y llevado a extremos opuestos de la habitación, los jadeos de dolor de su compañero llegaban hasta los oídos del joven detective.
La desesperación se le atenazó a la garganta, como una mano gigantesca. Noto como las cuerdas que le inmovilizaban las muñecas se le clavaban en la piel y se la arañaba mientras forcejeaba intentando soltarse.- Aguanta Hattori... - murmuraba una y otra vez - aguanta... conseguiré sacarnos de aquí.
Habían caído en una trampa, y ahora debían encontrar la forma de escapar.
*Flash back*
El muelle estaba muy oscuro a esa hora de la noche. Apenas si iluminaban las pocas luces de los almacenes circundantes y los barcos de carga que se hallaban atracados en ese momento.El joven detective del oeste ajusto su gorra hacia delante, sacó de la funda la espada que había traído consigo y empezó a andar con paso firme. A su lado, el pequeño detective se agacho un momento para encender sus zapatillas de fuerza, y emitiendo rayos cada vez que daba un paso, siguió a su amigo.
No había un alma que pasase por allí y el silencio solo era roto de vez en cuando por los lejanos ruidos de los coches de la ciudad.Hacia dos días que había sido hallado el cuerpo sin vida de un hombre de mediana edad bajo uno de los puentes de la ciudad. Sin ningún documento que sirviera para identificarle, el inspector Megure había solicitado la ayuda de Kogoro Mouri. Se daba la casualidad que en ese momento, el detective de secundaria Heiji Hattori se hallaba de visita en las oficinas del detective privado, y al escuchar las claves del caso, había decidido unirse a la investigación ya que también estaba deseoso de medir su sagacidad con la del pequeño Conan que sin pensarlo dos veces había corrido a seguir a la policía.
Ambos habían seguido su propia línea de investigación con las pistas que tenían. Y ahora, si sus deducciones habían sido correctas, en el almacén n° 4869 habría un laboratorio ilegal de drogas listas para poner en circulación. Y también hallarían allí a los socios del hombre asesinado. Y seguramente a su asesino.El almacén parecía abandonado y a medio derruir al ser visto desde fuera. El tejado tenía numerosos agujeros y la madera parecía tener carcoma. Las ventanas tenían los cristales rotos, y dentro estaba tan oscuro que era imposible ver nada. No se oía tampoco sonido alguno. Los dos detectives saltaron al interior por la ventana más trasera, y con sumo cuidado se escondieron detrás de un montón de cajas.
- Oye Kudo - comentó entre susurros Hattori a su amigo - parece que esos tipos limpiaron el lugar y se largaron antes de que llegara la policía.
- Si, creo que no vamos a encontrar a nadie aquí - respondió Conan mientras encendía su reloj-linterna.
Saliendo de su escondite, ambos detectives se pusieron manos a la obra, registrando el lugar en busca de alguna pista de a dónde podían haber huido los hombres que buscaban.
Pero no pudieron hallar nada de nada. El lugar había sido limpiado a conciencia. Si realmente había habido un laboratorio, no quedaba ningún rastro de ello.- Maldita sea - se quejo Hattori, mientras dejaba la espada a un lado y se sentaba en el suelo - se nos han escapado... Oye Kudo, ¿sucede algo?
Conan había empezado a levantar las tapas de las cajas, pero para su sorpresa estaba todas vacías. Cuando ya creía que las había mirado todas, vio que en una esquina había una pequeña, no más grande que una caja de zapatos. Al mirar dentro sus ojos se habían abierto de par en par y su cuerpo temblaba como una hoja.
- Oye, me estas asustando... - Hattori había acudido a su lado, y al mirar dentro de la caja comprendió porque su compañero se hallaba en ese estado.
Dentro de la caja había un único sobre. Del estilo de los de las oficinas. Escrito con letras grandes y negras podía leerse en el:
"APOTOXIN 4869 - SHINICHI KUDO"
- Hattori... Este no era un laboratorio de unos traficantes de droga... Pertenecía a la organización...
- No es del todo correcto - sonó una grave voz a su espalda - en realidad me pertenece a mí.
Sin darles tiempo a reaccionar, dos sombras salieron de la nada y les golpeó con fuerza en la cabeza haciéndoles perder el conocimiento.
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Amigos hasta el final
FanfictionDurante lo que parece una investigación de asesinato rutinaria, Conan y Hattori son secuestrados por un miembro de la Organización de los Hombres de Negro... QUE SABE QUE CONAN ES SHINICHI EN REALIDAD. ¿Cómo escaparan los dos amigos de la trampa que...