Debes Despertar

2.3K 113 17
                                    

En la lucha mía y de Aang, contra Azula y Zuko, yo estaba dando mi mayor potencial como maestra Agua, pero el enemigo llevaba ventaja en la pelea, un grupo de Dai Li aparecieron por todas partes, llenaron el lugar. Use agua de la pequeña fuente que fuía en ese lugar e hice un pulpo de agua para poder defenderme, pero derepente una fuerte luz brilló en todo el lugar, cuando volteo mi alegría y esperanza volvieron; era Aang en Estado Avatar.

Mi rostro formó un dulce sonrísa, pero esa sonrisa fue borrada al instante cuando un rayo de Azula golpea la espalda de Aang, en mi garganta se formó un grandísimo nudo. Veo a Aang desplomarce como un meteorito que viene del espacio, no podía dejar que Aang cayera en el suelo, eso le causaría más daño del que ya tenía.

Reuní todas mis energía y con un nudo de tristeza en mi garganta hice una ola de agua grande, lo cual hizo mojar a Zuko, Azula y a los Dai Li, voy lo más rápido que puedo, y en ese momento siento que el cuerpo de Aang cae en mis brazos. Estaba triste. Cuando siento el firme suelo me desplomo con Aang aun en mis brazos, fue ahí que el tío de Zuko llegó, si no fuera por él no sé que habría pasado. Con el uso del Agua control me elevo con Aang, hasta llegar con Toph, Sokka, el Rey Tierra y su oso Bosco. Subimos a Appa, me quito del cuello el collar con Agua del Oasis de los espíritus, esto tiene que funcionar.

Cojo el Agua en mis manos y empieza a brillar, y lo aplico en la herida de Aang. <<Vamos Aang, despierta>> pensé. Al instante abrió sus ojos y me dio una sonrisa. Me alegré tanto. Debo admitir que extrañaba ver sus grises ojos, y su sonrisa amigable.

Luego de conseguir el barco de la Nación del Fuego, todos los días mientras estuvo así, yo lo cuidaba y le daba una sección de sanación, pero seguía sin responder. 

Ya cansada de que no respondiera, espere estar a solas, lo miré, sonreí.

- Aang... Yo siempre tuve esperanza en ti, aun cuando todos la habían perdido, y todavía la tengo. El día en que te encontré en el icerberg es uno de los días más buenos de mi vida. - Tragué saliva. Estaba a punto de llorar, pero hice todo lo posible por no hacerlo. - Recuerdo cuando te iba a enseñar Agua Control, me enojé tanto porque tu lo hacías con facilidad algo que yo no podía.

Sostuve su pequeña mano con mis dos manos.

- ¿Recuerdas cuando fuimos a la isla Kyoshi? estaba celosa, celosa de que las otras chicas estén cerca de ti. - Solté un sonrisa de tristeza. - Siempre has sido fuerte Aang, lo único que has querido hacer desde que te conocí, es remediar tu ausencia de 100 años, yo siempre estaré contigo, te apoyaré en todo, te ayudaré a devolver el equilibro al mundo, pero solo si despiertas. Me duele verte así, no quiero verte así.

No pude detener las lágrimas esta vez, lloré. Lágrimas rozaron con mis mejillas y al momento caían.

- Aang, prometeme que estarás bien, prometeme que despertarás y serás el mismo Aang de siempre, el Aang sabio, el niño juguetón, el Avatar, mi amigo... Mi razón de vivir.

- Recuerdo cuando fuimos a la Cueva de los Enamorados, ¿Por qué crees que cuando nos besamos el lugar brilló?, yo creo que fue porque ahí hubo amor verdadero y puro, de un amor que se está extinguiendo lamentablemente, pero somos afortunados de tenerlo.

- Me encanta tu sabiduría de nómada aire, me gusta la forma en la que resuelves los problemas, cada día me sorprendes más, ya no eres el niño bobo que encontré en el icerberg, has cambiado, pero cambiado para bien, y aunque maduraste, nunca has dejado de ser extrovertido. Me encanta el pelo que te ha crecido.

- Aang... Tengo miedo. Tengo miedo de no volver a ver esos ojos grises y esa sonrisa marcada en tu rostro. Tengo miedo de no volver a escuchar tu voz. Tengo miedo de perder otro ser querido ¡Ya no crees que es suficiente con la muerte de mi madre! - Grité. - Aang, tengo miedo de perderte, miedo de que mueras. Tienes que despertar, debes despertar.

Me paró del lugar donde me senté, y me acerco al rostro de Aang y de pronto siento mis labios como rozan con los suyos, lo había besado sin darme cuenta. A veces el corazón actúa más rápido que el cerebro. 

Paso mi mano por su rostro, sonrío.

- Debes despertar. - Le dije y subí con los demás.

Luego de unas horas, se oye un escándalo, era Aang asustado porque pensaba que estaba capturado por la Nación del Fuego. Me alegré tanto de volver a verlo de pié.

- Gracias. Gracias por despertar. - Dije sin que nadie me escuchara.

                                                                              Fin.

Debes Despertar (Fanfic - Avatar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora