CAPÍTULO 1

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Había tenido un día muy estresante en la escuela, me habían sacado de clases por jugar en mi móvil y luego de eso reñir a la profesora. La directora había pedido el número de mi madre y yo había mentido, di el de mi tía, pues no quería que mi madre me castigara. Mi tía Cloe estuvo de acuerdo, ella siempre me escondía y apoyaba en mis locuras.

Luego de eso mi mejor amigo se había enojado porque yo le había tratado mal, pero que podían pedir, está enamorado de una puta y no quiere entender que ella sólo lo usa.
Llegué a casa y me duché rápidamente, más tarde tomaría un baño con espuma. Me vestí y almorcé. Mis padres se habían ido poco antes de que yo llegara. Cuando dieron las 19:00 fui a buscar a mi hermana a su escuela y cuando volví le ayudé a hacer sus tareas mientras le daba de comer.

Ya eran alrededor de las 22:00 cuando por fin Kitty se durmió y yo pude ir a darme un baño, para no despertarla decidí no ocupar nuestro baño, que compartíamos al igual que la habitación, y ocupé el de mis papás que era más grande.

Llené la tina con mucha agua, esparcí sales de baño con esencia de lavanda y espuma. En mi móvil puse mi playlist favorito y me adentré.

Pasadas unas 7 canciones sentí la puerta de entrada y me sobresalté pero un grito me hizo saber que todo estaba bien.

-¡Clarisa! ¡Llegamos! ¿Dónde éstas?- dijo mamá pero yo estaba tan relajada que no le tomé importancia y no le contesté, en algún momento me encontraría.

Minutos después sentí golpes en la puerta, golpes muy insistentes.

-Clari, abre la puerta, necesito el kit de emergencias- ¿Para qué mamá necesitaría el kit? Sólo pensé en que algo malo había sucedido.

Salí demasiado rápido de la tina que dejé todo hecho un río, me puse mi bata sin siquiera secarme, pero eso no importaba. Abrí la puerta y encontré a mamá con las manos llenas de sangre.

-¿Qué rayos ha pasado? ¿De quién es esa sangre? ¿Kitty está bien?- no podía dejar de formular preguntas puesto que estaba muy nerviosa- sólo la he dejado un momento sola pero estoy segura de que dormía.

Mamá tomo mis hombros aun con sus manos ensangrentadas.

-Tranquila, Kitty sigue durmiendo, necesito que saques el kit mientras lavo mis manos, tenemos un accidentado- No necesité una palabra más y bajé el kit de la repisa en donde se encontraba se lo di a mamá y apenas salió me devolví a la tina, mi baño relajante tendría que esperar.

Accidentado.

Mamá había dicho accidentado.

En masculino.

Papá.

Tomé una ducha para quitarme el jabón del cuerpo y fui a buscar una toalla pero sólo había medianas, pero era eso o la bata con las marcas de las manos ensangrentadas de mamá.

Me envolví en la toalla y me di cuenta de que sí era bastante corta pero algo tapaba, ocupé otra toalla para mi cabello y me calcé mis pantuflas de conejitos.

-¿Mamá?- en su habitación no estaba, decidí ir a mi habitación y ponerme algo de ropa.

Sentí ruido en la sala y como para llegar a las escaleras tenía que pasar por la sala me apresure a llegar ahí.

Ojalá hubiese demorado más.

Ojalá hubiese llevado ropa.

Ojalá hubiese habido una toalla grande en el cuarto de baño.

Cuatro pares de ojos estaban puestos en mí, mis mejillas estaban rojas a más no poder, en cualquier momento estas explotarían.

Dos de los cuatro pares de ojos eran mis padres quienes veían sorprendidos mi escasez de ropa en mi cuerpo.

Pero los ojos restantes no tenía idea de quienes eran, nunca los había visto.

Uno de ellos era algo mayor unos 30 años rubio y de ojos azules. El otro parecía un poco mayor que yo pero era muy distinto anterior, este era de cabello negro azabache y de ojos profundamente grises.

-Ehmm... Permiso- no sabía como reaccionar así que aunque fue un poco desubicado me escabullí sin saludar siquiera y cuando llegué a la habitación Kitty estaba despierta. Comencé a secarme y vestirme para bajar a saludar.

-¿Ya llegó mamá?- kitty estaba completamente despierta, sabía que me iba a costar mucho hacerla dormir nuevamente. Asentí sutilmente.-¿Puedo bajar a verla?- sabía que para ella era difícil pues era pequeña y la necesitaba más que yo.

-Kitty, hay visitas así que si quieres bajar tienes que vestirte, pero sólo un momento son casi...- giré mi cabeza para ver el reloj en mi escritorio- Dios, son casi las 1:00 am.

-Solo un pequeño momentito- juntó su dedo índice y su pulgar y me miraba por entre el espacio que quedaba entre ellos.

-Está bien, ve a lavar tu cara mientras me visto- ella bajó corriendo de su cama al baño y ahí la perdí de vista.

Busqué en mi armario un leggins negros y una camiseta blanca sencilla para mi y un conjunto de polar rosado para kitty. Cuando ella volvió la vestí y me dirigí a cepillar mi cabello cuando noté que no me había quitado la máscara de pestanas antes de bañarme y tenía una apariencia parecida a la de un mapache con todos mis ojos negros.

Qué buen día.

Cuando ya estuvimos listas tomé a Kitty en mis brazos y bajamos juntas.

Todos estaban en la sala aún. Papá esta sentado en una silla junto al rubio y mamá le envolvía una venda al chico de ojos grises en la mano.

Kitty se movió para que la bajara y cuando así lo hice ella corrió a mamá y la abrazó. Mientras que yo seguí de largo hasta papá y lo saludé.

-Clarisa, ellos son Leonel- señaló al rubio y yo me acerqué para besar su mejilla- y Ethan- al besar su mejilla pude sentir el aroma de su piel, oh Dios alabado sean los aftershave- bueno ella es nuestras hija Clarisa y ella es Kitty- no se en que momento mi hermana había llegado a los brazos de papá pues estaba demasiado concentrada en el aroma y los ojos de Ethan.

Alguien tiene un nuevo amor platónico.

Kitty al contrario había quedado encantada con Leonel.

-¿Qué ha sucedido? ¿Por qué le curas la mano?- formulé hacia mamá. Quien ya estaba terminando de vendar su mano izquierda.

-Este loco se ha peleado con otro chico y le han rajado la mano con una cuchilla- mamá me lo decía a mi pero lo dijo mirando a Ethan y negando mientras éste solo miraba abajo y se sonrojaba.

Dios, pero si es hermoso.

-¿Y por qué?- la curiosidad me carcomía por dentro.

-Falda- no necesitaba nada más para darme cuenta de que mi madre se refería a una chica.

-¿Alguien tiene hambre?- preferí dejar el tema hasta ahí pues no era de mi incumbencia, y bueno, quizá también porque me daba un poco de lástima darme cuenta de que era otro chico más que buscaba historias de una noche. No necesitaba a uno mas de esos.

Sentí un coro de "yo" detrás mío mientras me dirigía a la cocina.

Abrí el frigorífico y saqué todo lo necesario para hacer 6 omelets.

Mientras picaba el queso sentí una presión en mi cuello, sabía que esa sensación era provocada porque alguien me estaba mirando. Me di vuelta para enfrentar a esa persona pero sólo era mamá.

-¿A qué es guapo?- mamá tomó otra tabla de picar y comenzó a ayudarme.

-Debo reconocer que es más guapo de lo que contabas, ¿te parece si comienzo a cocinarlos ya?- intenté cambiar el tema sutilmente pero sabia que mamá me haría seguir hablando del tema.

Asintió.

HOW I MET YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora