ERES MIA «Carlisle y Esme Cullen» 4ta Temporada

cap.39: ¿Final?

(capítulos culminantes)

NARRA ESME CULLEN

Carlisle y yo habiamos llegado a casa,  nada felices. A ninguno de los dos y nisiquiera a mis hijos les gustaba la idea de tener que mudarnos de nuevo, pero era necesario y más ahora que posiblemente Cristián sería uno de nosotros.

-Ya estamos listos- hablo Jacob subiendo la ultima maleta de Renesmee en su nuevo auto

-Vamonos-hablo Carlisle con tristeza

Subí al auto y coloque el cinturon de seguridad. Mire a Cristián quien dormía profundamente. 

-Todo estara bien-me consoló mi esposo 

-¿Eso cres?-pregunte mirandolo a los ojos

-Te lo aseguro-me beso y nos sonreímos 

Ochenta años después

NARRA CARLISLE CULLEN

-que bueno es regresar- hablo Cristián bajando de su auto 

-Tienes razón-dije yo mientras mi esposo se acercaba a mi con mi pequeña nieta,  Amara, hija de Jasper y Alice

Habiasmos regresado ya que los recien casados de Renesmee y Jacob lo habian pedido, después de volver de su luna de miel. 

-Este es mi lugar-dijo Cristián. Me miro-¿Que tal si esta noche vamos a un bar? 

-Él no ira contigo a conocer mujeres- interrumpió mi esposa con el jesto fruncido- Y ninguno de los dos bebe, no veo el porque ir allí 

-A alguién lo controla su mujer-se burlo y Esme lo miro mal- Esta bien,  lo siento

Ella rió fuertemente. 

-Estaba bromeando Cristián.  Vayan a divertirse- me guiño el ojos

-Ese guiño me hace pensar que ustedes quieren.....-

-¡Por Dios Cristián no hables! -lo interrumpí 

Cristián rió burlón y me palmeo el hombro.

-Dejare que estes con Esme esta noche, pero si no estas trabajando tendremos que ir a un bar -

-Perdón-aparecio Jonathan

-Deja de decirlo, estoy bien. Sin trabajar -hablo con tristeza 

-Ya no soy un niño, tio. No pudes seguir chantajiandome

-Claro claro-dijo Cristián 

[…]

NARRA ESME CULLEN

Las manos de Carlisle recorrían cada centímetro de mi cuerpo, un solo contacto de su cuerpo contra el mío hacia que mi piel se erizara.

No puedo creer que al paso de casi 193 años de casados, que a pesar de haber estado tantos años juntos, aun siento lo mismo por él, desde el dia en que lo ví por primera vez. Su voz,  su piel palida, su olor, su apariencia sobre todo su bella sonrisa, todo, todo de él me encanta.

Hacer el amor con el era como tocar el cielo, me hacia llegar hasta lugares imaginables. El hecho de que Carlisle entrara en mi, que nuestros cuerpos se volvieran uno solo, era simplemente la mayor maravilla que habia vivido y sentido en mis muchos años de vida.

-Soy tuya-susurro en su oído mientras me tenía acorralada contra la pared y su cuerpo

-Eres mía-habla en mi oído con excitación 

Nuestros gemidos se volvieron uno solo, al saber lo que venia,  estabamos llegando al climax juntos. Sabia que este no seria nuestro unico orgasmos durante esta noche,  pues el guiño que le lance a Carlisle le dio una señal a Cristián y el se encargo de sacar a todos de casa esta noche.

Nuestros liquidos salieron de nuestros cuerpos.  Gemi en su oido por la gloria que me habia hecho sentir.

Tomo mi rostro jadeando,  y aparto mi cabello castaño de mi rostro y me beso los labios con pasión. Cuando él hacia eso me era inevitable no poder seguir el beso de la misma manera. 

Me tomo de los glutios y me llevo a la cama,  me recostó con delicadeza en ella mientras aun seguia besándome.

Sus labios son tan dulces, tan irresistibles, en pocas palabras son perfectos, sus labios son mi cielo.

Bajo a mi cuello,  mintras yo cerraba los ojos con fuerza por la excitación que ahora sentia al saber que cada vez bajaba aún más. 

Su mano derecha recorría mi pierna derecha mientras que mi pierna izquierda estaba entrelazada con la cintura de Carlisle esperando que este entrara, pero sé que a Carlisle le encanta verme sufrir en estos momentos. Su manos izquierda estaba aferrada en mi cintura.  Sabia que se estaba preparando.

Mi cuerpo se arquio por completo al sentir los labios de Carlisle en mi abdomen. Levanto su rostro y me miro con malicia.

-No tan rapido, cariño-dijo

-Por favor-implore exitada 

-Solo porque tu me lo pides-dijo volviendo a mi boca para besarla

Dejó de acariciar mi pierna para colocar su mano en mi cintura, mi perna se aferro a la cintura de Carlisle,  y entonces me penetro. 

Sus envestidas eran cada vez más fuertes y la excitación de ambos era cada vez mayor,  los gemidos se escuchaban por toda la casa. 

Con mis manos me aferre a las sabanas blancas,  mientras sentia que el colchón no podria sobrevivir a todo nuestro amor de esposos. 

Caímos rendidos en el suelo después de nuestro orgasmo. 

-Que noche-hablo mi esposo agitado 

-Tienes razón, fue una buena noche-

-Te amo-me dijo

-Yo te amo-le respondí con dulzura

Me acercó a él, pues ambos sabíamos que aún nuestra noche de tórtolos no habia acabado.

* CONTINUARA *