Capitulo 1: Pokemons extraviados, Cuidando de Ralts y Riolu (Completo)

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La tormenta no hacia mas que ir a peor... Debía volver rápido no solo por la lluvia, si no por la posibilidad de ser atacado por pokemons salvajes ya que, aunque ya me había enfrentado solo a algún que otro pokemon, ese bosque era conocido por la manada de Mightyenas que controlaban el lugar. No serían problema si solo me topara con uno, pero la hora en la que salen a cazar había llegado por lo que la manada entera estaría en movimiento.

Además a diferencia de los que muchos creen, los pokemons salvajes pueden llegar a ser muy agresivos. Hay muchos casos en las noticias de entrenadores que han perdido sus pokemons, asesinados por los pokemons salvajes. Al igual que entrenadores igualmente asesinados. Ya sea porque perdieron la batalla contra ellos o que los pillaron desprevenidos.

Yo creo, que es a causa de las estúpidas normas de la liga pokémon el que la gente no esté preparada... Las batallas contra entrenadores tienen tres reglas fijas para todos los combates y otras menos importantes que se pactan con el rival. Las principales son que:

1: Cualquier disputa debe resolverse con un combate pokemon.

2: Sólo puedes usar 4 movimientos de tu pokemon.

Y 3: No atosigar al rival con ataques continuados para evitar daños excesivos a los pokemons.

Esas reglas hacen que la mayoría de la gente no esté preparada cuando se topan con un pokemon salvaje. Donde esas reglas no se aplican... Puedes usar tantos movimientos como el pokemon conozca y no hay cuartel (al menos no por parte del pokemon salvaje), por eso suele acabar estas peleas en tragedia si el entrenador y su pokemon no están preparados.

No con esto quiero decir que un Pidgey solo, por ejemplo, sea letal... Pero si una bandada de estos enfurecidos...

Además que aunque la primera norma a acabado con la violencia en las calles, me cabrea el hecho de que en vez de pegarnos entre nosotros usemos a los pokemon para zanjar nuestras disputas. En lugar de pelear entre nosotros, sacamos los pokemon y los hacemos pelear, si hay un atraco, luchan primero con los pokemon... Incluso hasta para cometer un asesinato pelean antes contra ti... Odio este sistema...

Pero dejando las explicaciones de lado, a mitad de camino de llegar a casa escuche los aullidos de la manada de Mightyenas y sonaron muy cerca. Que estuvieran tan excitados solo podía significar una cosa... Habían dado con una presa.

Tras haberlos escuchado y tan cerca no pude evitar pensar que posiblemente me hubieran visto a mi por lo que por miedo decidí trepar a un árbol para camuflarme entre las ramas.

Cuando me acomode en una de las ramas suspire aliviado y empecé a observar los alrededores para ver si veía aparecer algún Mightyena, momento en el cual recibí un picotazo en el brazo.

Me asusté bastante pero al dirigir mi vista hacia el lugar del que procedió el picotazo me sorprendí un poco. Resulta que junto a mi había un nido en el cual un Pidgey estaba tumbado cabizbajo como protegiendo algo, había otro mucho más cerca mía con las alas extendidas y el pico abierto intentando parecer más grande y feroz de lo que podía ser.

Yo simplemente sonreí mirándolos a ambos.

-No os preocupéis, en cuando vea que no hay peligro me iré.

Otro aullido sonó igual que antes bastante cerca, tanto yo como ambos Pidgeys mirando al lugar del que provenía. Tras unos segundos volví a cruzar la mirada con el Pidgey más cercano a mi. Este pareció entender que no era ninguna amenaza pues se relajó y volvió junto a su pareja en el nido acurrucándose a su lado.

Sabía que no era el momento pero una escena tan bonita merecía una foto, así que cogí mi cámara, pero antes de hacer la foto no pude evitar preguntarles a los pidgeys, como si fueran a entenderme, si les molestaría que les echara una foto.

Igualdad entre humanos y pokemons. Luchando contra el sistema.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora