5. UN SALTAMONTES Y UN MATAMOSCAS

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NARRA ROI

No sabíamos que hacer y ya hablamos terminado de comer así que propuse una idea

-y porque no vamos a la sala del piano??

-a la de los instrumentos??-dijo Amaia

-si, vamos a llamarla sala del piano ok??-dije

-vale- dijeron todos

Nos levantamos y nos fuimos a la sala del piano. Yo me senté entre Miriam y Ana, al lado de esta última Aitana, Amaia Cepeda y Alfred.

Cepeda, Miriam, Alfred y yo cogimos una guitarra cada uno. Las demás no sabían tocar la guitarra pero Amaia y Aitana se fueron a un piano y Ana bajo de su habitación una flauta.

-madre mía, esto parece una orquesta!!!- dijo Aitana

- es verdad, buah que bien!!!- dijo Amaia

- que tocamos??- dijo Alfred

- Oye!!! Y si componemos una canción entre todos???-dijo Aitana

- si!!! Y luego la añadimos a nuestros discos!!!

- me parece bien. Alguna idea???- dije yo

- "siente que la música nunca termina"- dijo Miriam

-oh!!! Que bueno!!- dijo Amaia

- es que yo compongo canciones- dijo Miriam poniéndose roja

-enséñanos una!!!- dijo Ana

- seguro?? No es muy buena la verdad- dijo Miriam

- que si!!!-insistió Ana

-vale vale- cedió finalmente Miriam-

uhhh me dolió y casi me pierdo
Uhhh y yo
Volveré a despertar
Me levantaré después de llorar
Y seré tan libre como ayer
Libre, lejos de tu piel

-dios Miriam que pasada!!!- dijo Ana

-y tu Roi??- pregunto Miriam

- prefiero reservar mis dotes artísticas- dije intentando no reírme

- ELLA QUE LE MOLA EL SECRETISMO!!!!- dijo Miriam lo que provocó que todos nos riéramos a más no poder durante bastante tiempo

- y tú Luis???- dijo Aitana

-tengo unas cuantas ideas guardadas, cuando las tenga ordenadas haremos una mini reunión y os las enseño- le contestó Cepeda

-vale!!!- dijo Aitana

Pasamos bastante tiempo en la sala del piano y a eso de las 17:00 decidimos salir de casa a explorar un poco la zona de los alrededores de la casa

La casa estaba a las afueras de Madrid en mitad de un jardín. Si andabas unos minutos llegabas a una carretera con la que vas al centro de Madrid.

Si andabas en la dirección opuesta a la carretera te encuentras con unas pequeñas montañas y pues nos pusimos a pasear por ahí.

Es un sitio muy bonito y encontramos una zona en la que había un árbol grande que lo habían cortado y se ha quedado como una especie de "mesa" y decidimos que un día compraríamos unas sillas y cuando queramos hablar tranquilos, desahogarnos, componer, etc... venimos aquí.

Después de estar bastante rato explorando la zona decidimos volver a casa.

Cuando llegué, me duche y me puse mi pijama de sapoconcho, es decir, de tortuga, era un poco llamativo pero no pasa nada.

TODO PASA POR ALGO | OT 2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora