Akagami no Shirayuki-hime 3

Capitulo 10

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Sakaki: Bueno, es que... - se movió nervioso- vine aquí por usted Shirayuki-san, usted es una candidata a esposa del Príncipe Raji.

- Me quede helada.-

Sakaki: Se que esto es repentino Shirayuki-san, pero ya fui a pedir permiso a su majestad para llevarla a usted, al baile donde el príncipe Raji elegirá a su futura esposa.

- Mi corazón se acelero

- Me quede sin palabras

- Sentí nervios, y

- Miedo a que me separen de Zen....

Sakaki: Así que, Shirayuki-san, tome algunas cosas para su estancia en Tambarun, nos iremos mañana temprano -dijo totalmente serio, para terminar de sorprenderme.-

Shirayuki: He? -fue lo único que pude articular sin salir de mi trance-

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Capitulo 10.

Shirayuki.

Estaba terminando de preparar mi equipaje, era ya muy tarde, estaba cansada, confundida y un poco triste. Mañana me iría a primera hora, Kiki, Obi y Mitsuhide habían ido a buscarme a mi habitación para despedirme y desearme suerte, incluso el príncipe Izana había venido a despedirme y a decirme que llevaría a Obi como mi guardaespaldas como la ves pasada, todos ellos, menos Zen... Sinceramente lo esperaba a el primero pero no llego y quizá no venga, quizá no quiera verme pronto... no lo culpo yo tampoco estaría feliz de que el se fuera a otro reino a ver si lo elegían para casarse con otra persona. Pero al final de cuentas, no voy por que quiero, la Reina de Clarines, nuestra Majestad vino a darme la orden de ir a Tambarun, y no hay forma de que me pueda resistir a sus ordenes.

Flash-Back

Iba caminando en dirección a mi habitación,pensando,no podía creer lo que Sakaki-san me había dicho, y aun sus palabras retumbaban en mi cabeza, no me di cuenta que alguien me llamaba hasta que esa persona toco mi hombro deteniéndome y sacándome de mis pensamientos.

Buenas tardes señorita -dijo una voz a mis espaldas-

-Regrese a ver a la persona de aquella hermosa voz, me sorprendí de ver que era la nuestra Majestad, rápidamente reaccione, me incline y pedí disculpas por mi falta de Respeto-

Lo siento Majestad, no me di cuenta que estaba cerca, discúlpeme -pedí aun inclinada-

Majestad: No te preocupes, levanta la cabeza.

Shirayuki: Si majestad -me enderece y la vi a los ojos, eras preciosos, iguales a los de Zen..-

Majestad: que color de cabello tan inusual tienes señorita.. -hizo una pausa que comprendí de inmediato-

Shirayuki: Shirayuki, majestad, Shirayuki es mi nombre. Y si, me dicen muy seguido majestad -dije un poco avergonzada-