CAPITULO 7

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-dámelas, yo manejo; no es seguro que tu lo hagas ebria. – me dijo Embry tomando las llaves de la palma de mi mano, yo acababa de despedirme de el y de agradecerle por haberme salvado del problema en el que me había metido, pero ahora este estaba encendiendo MI moto mientras me invitaba a subir detrás de el con un movimiento de la cabeza, lo cual hice sin objeción alguna, Embry puso mi moto en marcha, mientras yo abrazaba su cintura para mantener el equilibrio, treinta minutos mas tarde Embry se encontraba aparcando la moto un par de casa más debajo de la de la señora Moon a petición mía, pues si esta estaba dormida el ruido de la moto podría levantarla y avisarle de mi salida, Embry me acompaño hasta el porche de la casa.

-ya que estas sana y salva, debería irme. – me dijo Embry con una sonrisa yo miré en ambas direcciones del camino para percatarme de que la luna había sido opacada por nubes grises y por lo tanto la noche estaba demasiado oscura y solitaria, temí por la seguridad de Embry.

-puedes dormir acá. – le solté sin pensarlo mucho, miré a Embry para percatarme de que este me miraba sorprendido. – caminar solo a altas horas de la noche es peligroso. – le explique, lo cual era irónico pues la razón que le estaba dando para quedarse era algo que yo misma no era capaz de aplicar en mi vida, Embry me sonrió comprendiendo.

-claro, es MUY peligroso. – me dijo con una extraña sonrisa que yo no logre descifrar.

-ahora. – le dije susurrando y llamando su atención. – la señora Moon, no puede saber que Sali y mucho menos que un chico estará en la casa. – le dije empinándome para alcanzar su altura y susurrar en su oído, Embry estaba sonriendo por algo; que asumo era porque mi aliento en su oído a lo mejor le causaba coquillas. – así que entraremos con mucho cuidado y te iras mañana temprano. – le dije apartándome para mirarlo, Embry me sonrió para luego asentir a mis reglas, dicho esto nos dispusimos a entrar en la casa; introduje la llave para girarla con cuidado, con un gesto le pedí que me siguiera y entramos en el oscuro pasillo de la entrada, luego de dar un par de pasos que habíamos dado con máximo cuidado las manos de Embry rodearon mi cintura sorprendiéndome, su rostro asomo por encima de mi hombro, lo supe porque su aliento golpeando contra la piel de mi cuello lograron estremecerme; gracias a la poca luz que entraba en la casa logre ver cuando Embry señalaba con su mano algo justo en frente de mi entrecerré un poco mis ojos para que estos se adaptaran a la oscuridad y entonces percibí algo justo frente a mi a la altura de mi cintura, yo había estado a punto de chocar con una cómoda que acababa de recordar, estaba a pocos pasos de la entrada; me zafe del agarre de Embry con cuidado consiente de que debía tener mas cuidado y seguí caminando con el detrás de mí, no sin dejar de preguntarme como Embry había logrado ver aquello cuando él se encontraba detrás de mí ¿Cómo era que su vista era mucho mejor que la mía?

-bien, puedes dormir en el sofá. – le dije señalando el sofá que había frente a la cama, luego de que lográramos entrar en la habitación sin ser descubiertos, Embry me sonrió ampliamente y camino obediente hasta el sofá yo camine hasta el closet y saque un par de frazadas de allí, además de una camiseta negra que alguna vez había sido propiedad de Andrew y un short que usualmente usaba para dormir, camine hasta el sofá para entregarle a Embry las frazadas acción a la cual este respondió con un gracias yo solo sonreí para luego caminar al baño y cambiarme de ropa, me sorprendí cuando Sali del baño y vi a Embry sin camiseta acomodado sobre el sofá, Hey! ¿no sabes que estoy tratando de ignorar lo bueno que estas?

-¿tienes sueño? – le pregunte parándome junto al sofá para mirarlo, Embry negó con la cabeza para volver a sentarse, yo me senté junto a él. - ¿Cómo sabias donde estaba?

-no lo sabía, fue una casualidad. – me dijo, yo lo mire entrecerrando los ojos pues con todo lo que había vivido ahora me parecía que las casualidades no existían, pero también era cierto que este lugar era muy pequeño. – tu... - comenzó a decir con una expresión que me hizo saber que el estaba meditando que decir. – por favor no te vuelvas a exponer de esa forma. – me dijo con una expresión de súplica. – si yo... - dijo suspirando ¿Por qué se veía tan afectado? – no hubiera llegado a tiempo. – dijo agachando la cabeza, se veía en serio preocupado, me sentí mal porque Embry se sintiera de esa manera por mi causa.

Dangerous [Embry Call] |Libro 4| de la serie 'Improntas'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora