Cortese el pelo, gei - TaeTen

sueño

—Amor, no puedo dormir. —Ten se puso encima de Taeyong. Este vió la hora y eran las dos de la madrugada.

—¿Y? ¿Qué quieres que te haga? ¿Te aplaudo?

—Cuéntame un cuento. —El menor dijo un tanto ilusionado.

—No... Mames. Son las dos de la madrugada. Ay, Ten. —El mayor se levantó y se sentó en la cama. —Ahí te va el cuento, wachatelo. Había una vez unaveztruz que se encontró con un delfín, listo, ya duerme.

—¿Y qué pasó después?

—Hmmm... Chenle apareció, el delfín y Chenle se pusieron a platicar en idioma delfinezco.

—Eso no existe, pero sigue.

—Nel, mañana tengo que hacer nada y eso es cansado. Ahí te ves, te la lavas. —Se acostó de nuevo y se cubrió con las cobijas de tigre de bengala que pesaba más que Taeyong y Ten juntos.

Y Taeyong se quedó dormido sin importar que su novio no pudiera dormir.

Tampoco puedo dormir, ayufa.