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Kim Haneul as: the service.


Claro que cuando conoces a alguien como Kim Seokjin pones al resto del mundo en pausa y te dedicas a ser feliz. 

¿Qué otra cosa podría tener más prioridad que él? Luego de enamorarme fue que entendí que ninguna otra cosa era más importante que él.

Y quise ser feliz a su lado.

Incluso si yo estaba dañada, incluso si estaba tan rota que difícilmente podría merecerlo. Es por eso que cuando lo conocí y él de inmediato quiso conquistarme, usé todos los medios posibles para alejarlo. 

Pero no bastó, Seokjin se enamoró. Y yo también.

— ¿Otra vez el mismo cliente? —Le pregunté a mi superior.

— No, este es otro. Es la primera vez que te lo he asignado porque siempre pedía a otra.

Suspiré cansada. 

Ahora mismo estaría en casa disfrutando de una buena serie con Seokjin mientras él me abrazaba por la cintura y finalmente nos quedaríamos dormidos.

No somos de festejar mucho pero si hay algo que nos gusta hacer en fechas especiales como Navidad es simplemente recostarnos, reservar un espacio para nosotros y dormir como si quisiéramos quedarnos abrazados para siempre.

— Sólo quiero que sepas que lo hago porque necesito el dinero, tuve que dejar a mi novio solo esta noche —Espeté molesta.

Mi superior me miró con cara de lástima y me regaló una tenue sonrisa.

— El trabajo es trabajo, cariño. 

Un trabajo del que no puedo escapar por tener tantas deudas a causa de mi mamá.

Claro que me encantaría estudiar algo, Seokjin piensa que no porque siempre niego que me guste estudiar pero lo cierto es que siempre me ha atraído la psicología y las letras, lástima que por culpa de mi mamá no haya podido nunca optar por un cupo universitario; tiene una deuda tan grande que incluso se ganó una amenaza de muerte unos cuatro años atrás y desde allí decidí que tenía que cambiar los objetivos de mi vida, mis sueños y mis aspiraciones. 

Mi mamá es primero. 

— Lo sé —Respondí sintiendo la garganta seca.

Sólo quería volver a casa y recostarme al lado de Jinnie.

Me arreglé un poco el cabello y lo recogí en una coleta. O hacía mucho calor o era que la rabia que sentía en ese momento me estaba haciendo sudar un poco.

¿Cuándo sería que todo acabaría? ¿Cuándo podría salir del pozo de miseria en el que estaba sumergida? Sólo Seokjin le había dado luz a mi vida cuando apareció y dejé que el compusiera un poco mi alma, que la sanara, que la llenara de calidez con su abrazos.

— ¿Cuánto tiempo más vas a hacer esperar al cliente? Ya está listo.

— Demonios, ¿podrías esperar un momento? Acabo de llegar y créeme que casi corrí para llegar a tiempo —Repliqué con amargura.

— Bueno sólo digo que mientras más rápido salgas de esto, más rápido vas a casa con tu novio.

Sí, siempre intentaba atender a los clientes de la forma más rápida para irme de inmediato y llegar a casa. No había cosa más celestial que mirar el rostro de Jin cuando dormía plácidamente mientras me esperaba. Sus labios rosados, sus ojos de ángel, su todo. 

the client → kim seokjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora