Creativo amor

Capítulo 1

"Supongo que para que puedan entender por lo que estoy pasando, primero debo hablarles un poco de mí, ¿No es así? Bien. Mi nombre es Minami Ayuki, soy un chico de dieciocho años de edad que vive tranquilamente en Fukuoka, una isla Japonesa. Actualmente soy una especie de hikikomori. ¿Por qué? Porque todos en la escuela eran demasiado idiotas para mí. Y eso de las relaciones interpersonales en trabajos era algo que daba directo en uno de mis puntos débiles

Pero no todo estaba perdido, me mantenía perfectamente de mis comisiones y eso aún me mantenía a salvo de ser llamado nini. Me dedico a crear páginas web, así que no tengo la necesidad de hablar en persona con nadie. La única persona que se mantiene en contacto conmigo y que por alguna razón insiste en hablarme, dice que es un desperdicio vivir cerca de una de las atracciones japonesas más bonitas y no aprovecharlas.

Me cae bien, es el único al que no silencio por más de tres días en Facebook. En fin, ya me desvié demasiado del tema. No sé por qué haré esto, pero diré que tengo el cabello castaño y los ojos verdes. Sin dejar de lado que soy un japonés bastante alto para el promedio normal. Creo que eso es todo lo que necesitan saber de mí. Ahora vamos a lo importante, creo que me estoy volviendo loco.

¿Motivo? Me está pasando la cosa más rara que nunca creí que podía suceder en la vida real. A mi..."

—Mina-chan, ¡Estoy aburrido!—El peso de alguien sobre mi espalda hizo que mis manos se recargaran de más sobre el teclado y adiós escrito.

—Keijiro...—mascullé en un gruñido. Este tipo iba a sacarme de quicio.

— ¿Qué?—bufó pasando sus manos por mi cuello.

—Hiciste que borrara mi carta de suicidio.

— ¿Para qué quieres morir?—sus manos comenzaron a masajear mis hombros—Morir no es divertido, Mina-chan.

—Deja de decirme así—tomé sus manos intentando quitarlas de mí, pero recargo su mentón en mi cabeza.

— ¿Decirte cómo?—un escalofrió recorrió mi cuerpo cuando mordió mi oreja derecha y sus manos me rodearon de nuevo.

—Mina-chan. No soy una chica—sus uñas pintadas de negro llamaban mi atención como siempre.

—No, pero eres lindo como una—soltó una risa entre divertida y sarcástica—Vamos a jugar—su voz cambio a un tono meloso. Sus manos se colaron debajo de mi sudadera, acariciando mi abdomen suavemente.

—Ahora no Keijiro.

— ¿Ahora no, que?—odiaba que se hiciera el desentendido, cuando sabía perfectamente a que me refería.

— ¿Cómo termine así?—pensé tratando que me dejara en paz.

***

Dos años antes

No solo me dedicaba a comer, dormir e ir a la escuela. Había una cosa que amaba más que nada...pensándolo bien era lo único que amaba actualmente. Eso era dibujar, no sé, de alguna manera había aprendido lo suficiente como para considerarme un digno dibujante digital. Creaba personajes originales que me gustaban mucho.

Pero no podía negar que tenía a mi favorito. Uno que había dibujado un millón de veces. Sus ojos dorados que reflejaban cierta malicia. Su piel tan blanca y diferente a la mía que hacia perfecto contraste con su cabello negro. Los lentes eran un plus que me resultaba el broche final a tan perfecto ser. Le había puesto Keijiro por que fue el primer nombre que se me vino a la cabeza.

Él era todo lo que yo no podía ser.

Le ponía miles de estilos de ropa, pero mis favoritos rondaban entre el estilo rockero o un casual muy contrastante. Tenía carpetas llenas de bocetos o dibujos terminados.