28/05/19

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―Hyung, llegas tarde.

Taehyung, sin hacerle caso, le tendió las dos bolsas que cargaba, llenas de snacks, antes de adentrarse a su piso con la naturalidad de quien vivía allí. Rodando los ojos, cerró la puerta y dejó las dos bolsas en la cocina, caminando a paso apresurado hasta su habitación.

Allí, su amigo se mantenía conectando la consola al televisor mientras tarareaba una balada bastante popular del drama favorito de su madre. Reposando parte de su cuerpo en el marco de la puerta, le dio una mirada apreciativa. Taehyung llevaba dos meses ejercitándose junto a él en un gimnasio cercano a la tienda de videojuegos. Luego de que se mudara solo, y sin tener la mínima noción de cómo cocinar, su pobre amigo había tenido que recurrir a las tiendas de conveniencia y a las de comida rápida para poder subsistir, aumentando varios kilitos que habían hecho que sus mejillas se redondearan. 

El día que había decidido acompañarlo al gimnasio, con una expresión cargada en desdicha, estuvo riendo por horas. Taehyung no sólo había decidido quitarse lo kilos de más, si no que también se había propuesto aprender a cocinar, con ayuda de Jin.

"Eso es imposible" había dicho en aquel momento, pero ninguno de los dos le hizo caso.

Riendo por el recuerdo de cuando Jin le pidió a Taehyung que prendiera el horno y éste casi quemó las persianas de su cocina, se acercó a donde el mayor lo esperaba; sentado en el piso y con el ceño fruncido cómicamente.

Sabía lo que vendría a continuación. No por nada hoy era día de cocinar con Jinnie.

―Jinnie me regañó hoy ― "Bingo" pensó, aguantándose una carcajada ―. Dijo que debería contratar a alguien para que me cocine. Mamá piensa igual... Y Yongsun noona también. Incluso la abuela quiere que busque a alguien; de preferencia, de la tercera edad.

―Hyung, es que eres muy malo.

―¡Claro que no!

―Hyung... Sólo mira tus manos ― señaló, a lo que el mayor las miró por segundos, bufando. Sus dedos estaban llenos de cortes ya curados y cinta adhesivas con patrones de pollitos ―. No tienes por qué sentirte mal, ¿sabes? No puedes ser bueno en todo.

―Tú eres bueno en todo ― gruñó, fastidiado.

Riendo, se encogió de hombros mientras prendía la consola.

―No todos pueden ser como yo ― bromeó, poniéndose serio casi al instante ―. Pero hablando en serio, hyung, deberías ir buscando a alguien. De todas formas, con el horario que tienes, dudo mucho que tengas tiempo para cocinar.

―Ya...

Ambos se quedaron en silencio por un corto tiempo mientras empezaban a jugar, interrumpidos nada más por el sonido de la pantalla, donde sus dos personajes peleaban en medio del desierto. Sin pensarlo, preguntó:

―¿Pasado mañana se casa Hani, no?

―Sí. ¿Vas a ir?

Cavilando por segundos, terminó por negar.

―Ese día tengo una exposición en Gangnam ― explicó, sin despegar la mirada de su personaje ―. Ya me contarás qué tal fue todo.

―O también podrías ir a la fiesta que harán en la noche.

―Mmm. Quizás.

El haber matado al personaje de Taehyung de forma tan fácil, lo llevó a girarse hacia él con extrañeza. Él lo observaba con claro descontento.

―Ella no tiene la culpa de nada, Jungkook ― recalcó, a lo que no pudo evitar sonrojarse, desviando el rostro.

De nuevo ese tema...

Sabía que ella no era la culpable de lo que había sucedido, pero... No podía dejar de pensar en que si no hubiese sido por Heeyeon, Taehyung y Hoseok estarían juntos. Que si no hubiese sido por su inoportuna llamada y todo lo que había ocurrido después, Taehyung no tendría por qué tener esa solitaria expresión. No tendría por qué sentirse culpable, ni tendría que estarse preguntando el "qué hubiese pasado si..."

Eran tantas cosas que, aunque quisiera, no podía evitar tenerle algo de tirria a Heeyeon. Incluso a pesar de que sabía que ella no había hecho nada malo.

Enfurruñándose, comentó en voz baja:

―Odio verte triste.

―No estoy triste ― refutó él, palmeando su pierna ―. Sólo estoy cansado-

―Hyung... ― cortó, escéptico ―. No mientas.

―Kook-

―Sé que ella no tiene la culpa. Pero... Aún me es difícil no sentirme mal cada vez que la veo ― explicó, fastidiado ―. Lo siento. Supongo que algún día lo superaré-

Siendo cortado por el imprevisto abrazo de Taehyung, lo escuchó bufar contra su cabello mientras palmeaba su espalda. 

―Gracias, Kookie. En serio. Pero ya ha pasado un año... ― murmuró, apretando su agarre ―. Hani siempre pregunta por ti, ¿sabías? ―asintiendo, notó cómo su cabello era acariciado con suavidad ―. Ella no tiene nada que ver en lo que pasó con Hoseok. Él simplemente no quiere saber nada de mí... Y yo ya no puedo hacer más nada. El único culpable aquí soy yo, por mentirle ―  murmuró en un suave lamento―. Quizás... Quizás lo de nosotros no debía ser.

―Hyung...

―Deja de hacerte el duro, ¿sí? Ve a la fiesta ― insistió, cambiando de tema y alborotando su cabello, antes de despegarse de él con una sonrisa de ojos brillosos ―. Nunca podré olvidarle si tú no me ayudas.

"No quiero que lo olvides" pensó, frustrado. Él sabía que ellos dos estaban destinados. Su sexto sentido no dejaba de repetírselo, y él nunca se equivocaba.

―...Vale, iré a la fiesta ― aceptó con desgana, cruzándose de brazos ―. Pero si me dejas botado por Minho hyung...

Riendo, Taehyung golpeó su brazo, más animado.

―¿Jimin se te metió en el cuerpo o qué?

―Habla claro, nos quieres cambiar por él ― gruñó, recordando la de veces que Taehyung desechaba salir con él por irse a pasear con Minho ―. Hasta a Jimin le cae mal.

―Minie los odia a todos ― rió, plácido―. Sabes que jamás los cambiaría, Kook. Ustedes dos son mis mejores amigos ― apuntó, volviendo a tomar el mando entre sus manos ―, y Minho hyung es como mi hermano mayor.

―Mmm, no lo sé, no lo sé. Parece falso.

La alegre risa de Taehyung le hizo sonreír casi de inmediato. Odiaba la idea de que dos de las personas que más quería no se dieran una segunda oportunidad cuando ambos se amaban, pero a esas alturas ya no podía hacer nada...

Taehyung poco a poco volvía a ser el de antes, y mientras él y Hoseok fueran felices -aunque no fuera juntos- él también sería feliz.

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