Al salir a la calle principal de mi vecindario, noté un silencio absoluto no se escuchaba ni un solo auto a los alrededores, parecía como si fuera la última persona en la ciudad.
No sabía si aun mis padres seguían vivos pero debía llegar hasta las alcantarillas para comprobarlo.
Así que retome el paso y seguí caminando lentamente hacia la ciudad. Nosotros vivíamos justo a la afueras de esta, y para mi suerte las alcantarillas estaban justo al otro lado.
Mientras caminaba notaba los charcos de sangre que se formaban a mi alrededor con gente que alguna vez había conocido tirada a mi lado completamente mutilada.
Hice mi mayor esfuerzo por no vomitar y seguir mi camino, todo estaba en calma pero eso no duraría mucho.Pronto escuché gritos adentro de una casa que estaba a mi lado, rápidamente pensé en ayudarlos pero tenía en mente que si los ayudaba, probablemente sea una más gritando allá adentro.
Pero no puedo abandonarlos, justo cuando pensaba que estaba sola en esto encontré a más personas y no voy a dejarlos morir.
Me acerqué a la casa, viendo por una ventana cuál era la situación adentro.
Habían algunos infectados tratando de subir las escaleras y aunque parecía que no podían, lentamente estaban más cerca del segundo piso y ahí es donde se escuchaban los gritos.
Por lo que había visto hasta ahorita, los infectados se guiaban por el sonido, así que abrí la puerta principal e hice un ruido contra la pared para que notaran mi presciencia.
Mi plan era hacer que vengan hacia mi para después yo escalar por la ventana del segundo piso, lo bueno de estas casas es que no son muy altas y son fáciles de escalar.
Cuando los infectados bajaron corriendo hacia mi, yo rápidamente fui corriendo hasta el jardín para subirme por la ventana del segundo piso.
Me moví en silencio por los cuartos tratando de encontrar a las personas que estaban aquí.¿P...p....pa...papá?
Escuche una voz que venia de un cuarto y lentamente fui hasta ahí.
No soy tu padre pero no te voy a hacer daño, solo quiero ayudarte, ¿dónde estás?
Se tardó un poco en salir pero a la final salió del closet un chico más o menos de mi edad, con unas ojeras pronunciadas y un cabello oscuro, largo y despeinado.
Sus ojos azules habían perdido totalmente su brillo.
El me miraba fijamente sin decir nada.No pensé que nos volveríamos a encontrar así, gracias por ayudarme, Asya.
Después de que salieran esas palabras de su boca no pude evitar pensar de donde es que me conocía aquel chico.
No lo reconocí hasta que vi la marca en su cuello, era una pequeña cicatriz que una vez mi mejor amigo se hizo mientras jugábamos en el río.
Ahí fue cuando me di cuentaAlex, ¿eres tú?
El me abrazó rápidamente sin dejarme aliento, pero no dudé dos veces en corresponder su abrazo. Sentí su respiración fuerte y agitada, sentí sus lágrimas mojando mi hombro y lo único que pude hacer fue decirle que todo estaría bien mientras le acariciaba la cabeza.
M-mi madre, Asya, ella está...ella se convirtió en una de esas cosas.
¿Su madre? Aquella mujer risueña que siempre nos esperaba con unas galletas después de jugar, aquella mujer que nos curaba las heridas y nos contaba historias...ahora en un abrir y cerrar de ojos, ¿simplemente no está?
Alex podía ver el dolor en mis ojos al escuchar esas palabras, así que volvió a abrazarme y aun más fuerte.Alexander, ¿dónde está tu papá?
Le pregunté separándome de su abrazo.
No sé dónde está, cuando mi mamá llegó infectada con más infectados a su alrededor, mi padre me dijo que me encerrara aquí y que por nada del mundo haga ruido o saliera, después de eso no volví a saber de él, nunca volvió.
El padre de Alex trabajaba con mis padres en aquel laboratorio, así que mi esperanza era de que el padre de Alex también se encontrara ahí.
Así que le conté mi plan a Alex y las posibilidades de encontrar a nuestros padres.
Alex no dudó dos veces en decirme que me acompañaría y me ayudaría a buscarlos.Secamos nuestras lágrimas y lo que alguna vez fue desesperación se convirtió en esperanza.
ESTÁS LEYENDO
Senza l'anima
ActionEn este mundo completamente diferente a lo que solíamos ver todos los días, lo único que uno puede tener es esperanza.