Intuición acertada

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Ya va a ser un año de los terremotos que sucedieron en mi país, y me siento de igual manera que cuando fueron unas semanas antes de estos sucesos.

Para aclarar esta cuestión, dos o tres semanas antes de los sismos, yo estaba en una actitud muy negativa, y no me refiero a que fuera una pesimista, si no a que me encontraba triste la mayor parte del tiempo y nerviosa por cualquier cosa. 

Soñé con escenarios que involucraban fuego y luz, al Sol. También soñé con ciertos lugares en los que nunca había estado antes, con escombros.

Entonces, por una u otra manera, supuse que pasaría algo el 21 de agosto del 2017. Ese día habría un eclipse parcial de Sol (al menos para México). Y falleció una persona importante para mi mejor amigo, su segunda madre. Me hice a la idea de que eso era lo que sentí, y no le di más vueltas al asunto.

Dos semanas después, tembló en Oaxaca con magnitud de 8.4 (que redujeron a 8.2). Y tres semanas depués del eclipse, tembló en Morelos-Puebla con magnitud de 7.2 (que redujeron a 7.1). Uno de los escenarios que había soñado se hizo tangible en San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, en la Ciudad de México.

De ahí en adelante he considerado cada sueño que tengo como una remota posibilidad de que pase. Sin embargo no lo cuento a cualquier persona porque creen que son cosas absurdas. Yo, de ahí en adelante, no creo que lo sean.

Mi intención no es propagar miedo, mucho menos dar una falsa alarma, pero el sentimiento que tengo es precisamente similar a esto que acabo de explicar. No estoy diciendo que sea la verdad absoluta, siempre está el privilegio de la incertidumbre, sin embargo, no quiero dejarlo pasar de largo y entonces, registralo.

"Ten valor, fomenta el amor. Eso te salvará."

Sobre la vida humanaWhere stories live. Discover now