Capítulo 1: Hambre

32 3 0
                                    

Las línias de los edificios semiderruidos y del Gran Muro se dibujaban en el horizonte con las primeras luces del alba. Volvían a atacar , una y otra vez. Con un suspiro se levantó lentamente de la destartalada cama. Su habitación estaba en la parte más alta de un rascacielos en ruinas. Tenía una ventana. A él le gustaba llamarle "ventana" al agujero qué iba desde un lado de su cama hasta el techo. Lo habían recubierto con tablones pero eso no tapava la visibilidad ni lo hacia más seguro. No había sitio seguro. Respiraba entrecortadamente. Esa noche los ataques habían sido mucho más intensos que otros días y casi no había podido dormir. Compartia su "habitación" con tres personas más: Nicki, Niggi, y Micha.
-¡Michael , pensabamos que estabas muerto! Dijo Micha sonriendo.
-Ya os gustaría, lo primero que haríais sería registrarme.
Fingió una cara de ofendido y sonrió.
-Oooohh yo nunca te haría eso querido amigo, primero te robaría esos zapatos que casi no tienen agujeros, a y además sino a quién molestariamos?
Nicki y Niggi rieron a carcajadas.
-Yo cojería tu almohoda que es muy cómoda y está bien mullidita.Dijo Nicki.
-Yo...uhm, tu colchón que el mío se me clava en la espalda mientras duermo.
-Callaos de una vez gorrones ladrones.
Le dió una colleja a Nicki que era el que tenía más cerca.
-¡Eh que yo solo te robaría el cojín!, bueno puede que algo más.
En ese momento recordó porque no había podido dormir esa noche.
-Han ido mis padres a defender el Muro?
-Si, como todos, como todos los días y pronto nos tocará a nosotros. Dijo Micha que siempre había tenido ganas de cumplir la mayoría de edad para ir a luchar al Muro al contrario de Michael que siempre había preferido mirar de lejos y leer sus páginas resecas a las que llamaba libros.
-Porque siempre preguntas lo mismo? Cada día se van y vuelven, las skinnybichis no passaran el Muro todos los adultos de la ciudad lo defienden para que no entren.
Y si les passara algo a nuestros padres  o el Muro cayera nos refugiariamos en El Medio . Dijo Niggi exasperado.
-Y si algún día les passara algo, o si el Muro cayera i ellas entraran?Preguntó Michael
-Pues que nos quemarían  a todos en la hoguera despúes de comerse todos nuestros huesos uno por uno. Soltó Micha con una risita burlona.
Michael le envió una cara de asco a Micha
-Las malas lenguas dicen que persiguen a un chico llamado Michaeeeel y que se comerán sus hueeeeesos. Dijo Nicki saltando desde su cama hasta la de Michael, aterrizando encima suyo. Micha y Niggi no tardaron en unirse a la diversión.
-Y que les gusta  tu cojíiiin! Gritó Nicki agarrandole el cojín y tirandoselo a la cara. Nicki era un año mayor que Michael pero no lo parecía, ya tendría que estar defendiendo el Muro pero no paraba de decir que era especial y por eso todavía no lo habían llamado. La realidad era que Nicki nunca había sido el mejor luchando y lo habían atrasado un año para que no muriera inutilmente en el Muro. En la frontera no se podían permitir ninguna baja, todas las personas eran necesarias y si podían evitar una muerte inútil lo hacían.
La habitación no tardó en convertirse en un nido de risas, plumas y golpes. Así los encontró el Oficial Dickon que abrió la puerta de una patada tan fuerte que casi se sueltan las visagras.
-¡MALDITOS ESCARABAJOS ESTÚPIDOS A FORMAR INMEDIATAMENTE! ¿Os creéis que la ciudad os mantiene para que juguéis como críos a las batallitas?¡Lo que hay fuera, detrás de ese condenado muro no es una batallita desagradecidos! Es una guerra, la Guerra y hasta que esto no acabe no volveréis a comportaros com críos, por que no lo soys. Añadió escupiendo al suelo.¡Ylimpiad esto!
-Lo sentimos Oficial nos hemos descontrolado no volverá a pasar, señor. Dijo Michael
-Yo no lo siento...Dijo Micha entre susurros.
-¿Que ha dicho señor Michalen? Dijo Dickon
-Nada no ha dicho nada. Dijo Michael para no enfadar más al Oficial. Era el Oficial más duro de todos, hasta los de su rango temian su ira y sus repentinos ataques de rabia. También corría el rumor entre los más jóvenes que hasta el Primer Oficial Troyen lo temía y procuraba no despertar su ira.
-Os quiero en veinte minutos en la Sala Común o yo mismo os azotaré a todos en la Plaza Mayor.
No se habían de tomar sus amenazas a la ligera. Decían que había estrangulado a uno de sus pupilos por ser demasiado torpe. Y ellos mismos habían visto como azotaba a un interno delante de todos.
-¿¡Me habéis oído niñatos!? Dijo el Oficial Dickon.
-Si, señor. Dijeron al unísono.
-En una semana estaréis en el Muro y las cosas no serán tan fáciles como aquí. Os desearía feliz muerte pero no podemos permitirnos que muráis así que no lo haré.
-¿Y si huimos señor que pasaría si huyesemos? Dijo Nicki.
-Cállate...Dijo Michael
-Oh no,no señor Michael no lo haga callar. Le explicaré que pasará si huye. Si te atreves a poner un pie fuera del Muro, te juro que yo mismo te perseguiré y cuando te encuentre te cojeré del pescuezo y te susurraré a la oreja...
Se acercó a la oreja de Nicki. Escarabajoo, simple escarabajo pudrete en el infierno..
Nicki se estaba estremeciendo de miedo pero Dickon lo agarró fuerte del brazo y dijo: -Sabes que haré después escarabajo? Te retorceré el cuello hasta que dejes de respirar, no te preocupes procuraré mantenerte con vida hasta que vea que ya he acabado. Y sabes qué? Que en aquel momento si te deseare feliz muerte, a todos os deseare feliz muerte.
Tal como había entrado en la habitación salió y cerró la puerta de un golpe.

La primera Batalla por DetroitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora