Cap. 6

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Aquella salida que NamJoon había planeado, para estar con SeokJin, estaba siendo un completo desastre

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Aquella salida que NamJoon había planeado, para estar con SeokJin, estaba siendo un completo desastre.

Recogió a SeokJin en su auto y manejó a un restaurante, en el cual perdieron la reservación.
Hablaron un poco mientras iban nuevamente en el auto y decidían, que harían en la cita, pero minutos después el auto se quedó sin combustible.

—Ahg… ¡No! ¿Cómo puede estar pasando esto?

—NamJoon todo esta bien, no te presiones —tocó el hombro de Nam—. Podemos tener la cita en otro momento.

—No, se supone que todo saldría bien, planee todo durante días.

—Ah~ te comportas como un niño pequeño —suspiró y se acercó a Nam—. ¿De verdad planeaste esto por días?

—Sí… realmente… Me gustas SeokJin, quería hacer algo especial.

—Bueno, querías que te ayudara a aprender a cocinar. Llamemos a la grúa y vallamos al supermercado a comprar ingredientes, haremos la cena nosotros, pero con una condición.

—¿Cuál es la condición?

—Que tus hijos y los míos estén con nosotros, y comamos todos juntos, eso… sería una cita perfecta para mi.

Se sonrojó un poco—. E-esta bien, lo haremos.

Rió bajo—. Bien.

NamJoon se veía mas tranquilo, incluso al no parecerle tan buena idea, lo que para SeokJin sería una cita perfecta; lo estaba disfrutando, pues SeokJin se veía feliz, explicándole el procedimiento de la comida que harían, su elección de ingredientes, se veía tan entusiasmado. Ello llenó el corazón de NamJoon de alegría, pues nunca había visto de tal manera a Jin, su expresión de alegría y entusiasmo, es lo que Nam quisiera ver por siempre en Jin.

Mientras cocinaban veían de reojo a los niños jugar, es lindo verlos conectar, si no lo hicieran quizá SeokJin no quisiera darle ilusiones a NamJoon de esa manera y viceversa, quizá no le hubiese pedido una cita. A lo que habría en un ¿qué sucedería? con ganas de haberlo echo.

Miró a los niños comer plácidamente—. ¿Les ha gustado?

El mas pequeño de todos miró a Nam y asintió—. Muchas gracias, señor.

JiMin miró a su padre—. Nunca había comido algo tan rico, papá.

—JiMin tiene razón, SeokJin hyung cocina bien —Tae miró a Jin.

—No es para tanto, aun que tu padre también ayudó, no todo es crédito mío.

—¿Y a ti te gustó a comida YoonGi?

—Uh, si esta bien.

—A Yoonnie, es muy raro que le guste la comida q<e hago —rió bajo.

Todo era ameno y divertido, incluso YoonGi rió un par de veces, a pesar de estar algo incomodo por la presciencia de NamJoon. El timbre de la casa sonó a lo que castaño se levantó y se dirigió a la puerta para abrirla, mirando lo que menos esperaba.

—Hola NamJoon…

Aquella cita, se había arruinado nuevamente.

—¿Qué haces aquí?

—Quiero ver a mis hijos.

Chasqueó su lengua—. ¿Ahora son tus hijos? ¿No escribiste esa carta diciendo que no soportaste haber estado embarazada y peor aun de mellizos?

—NamJoon, éramos jóvenes-

—Sí y aun así, luche para que tuviesen lo mejor. No te permitiré verlos. Los abandonaste.

—Fue un gran error, debí presentarme antes, pero, los extraño.

—Largate, no creo nada de lo que dices, si realmente quieres verlos, vuelve después.

—Lo haré si prometes dejarme velos.

—No te prometeré nada, vete —cerró la puerta fuertemente y suspiró, comenzando a llorar bajo.














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