**Capítulo 1**

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Era otro día

Otro día donde Louis se la pasaba mirando a esta gente, que siempre corria tan estresada.

A sus trabajos, sus hogares, la escuela.

Ellos por lo menos tenian algo por lo que correr, se recordaba, por lo que es él, ya se habia resignado a la miserable vida que tenia, y es que era un omega varón, que vivia en la calle desde hace.......

Y se puso a pensar desde cuando estaba en esta despectiva situación, que empezo cuando le llego el primer celo, y sus padres, bueno, lo corrieron.

Si, estando en celo.

Si, a Louis le pasaron muchas cosas, pero ninguna tan mala como esa.

Y si amigos, a Louis lo violaron porque era un pequeño omega que lo habian hechado de casa, y bueno, se encontro con un alfa que lo violento. Una total mierda.

Pero a el no le gustaba recordar eso, mejor sigue viendo a la gente pasar, sentado en su pedaso de carton, con un vasito en frente, esperando que a alguien se le hablande el corazón, y le de aunque sea unas monedas para comprar un dulce, y es que ya le duele el estomago.

Harry se masajiaba sus sienes, mientras salia casi empujando a todo el mundo a su paso y es que lo unico que quiere es salir de ahi.

Ser hijo del gran empresario Des Styles no era facil, y es que el no soportaba a toda esa gente que se creía superior al resto solo por tener una corbata en el cuello.

Asi que hay esta, saliendo, escapando, o lo que digan, después de la ultima junta con unos señores que no recardaba sus nombres, pero que le habian hinchado los huevos.

El en este momento solo queria un café y no de esos cafes horribles que hacia su secretaria, asi que se diriguia a la cafetería de unas calles. Lo único malo es que tendria que pasar por ese callejon donde se quedaban unos cuantos sin hogar, y lo mas probable es que esos viejos le pidieran dinero, pero el queria mas su café.

Así que fue caminando, ya que queria despejarse, y cuando iba pasando por el conocido callejon, sintio un olor exquisito.

Fresas y chocolate.

Busco al dueño de ese olor, pero lo unico que pudo ver fue a un pequeño chico, sentado en un pedaso de carton, con la ropa demasiado vieja, y con un vasito al frente.

Y bueno, Harry solo pudo pensar que ese pequeño castallo era hermoso.

Y es que tenia una cara de rasgos finos, una narisita de boton y un cabello castallo liso que le tapaba los ojos, por lo largo que estaba. Pero no le veia los ojos, y el queria verlos, asi que se acerco.

Louis al sentir unos pasos cerca, levanto la mirada, encontrandose con un elegante y guapo joven, iba vestido de traje, pero si corbata. Sintio que se le secaba la boca, y es que el chico era el mas guapo que habia visto hasta ahora, tenia rizos, unos labios carnosos y rosaditos, y podria jurar que sus ojos eran verde, el verde mas lindo del mundo.

Y era un alfa.

Un alfa con olor a menta y tierra mojada.

Harry al verle los ojos a ese omega juro ver el cielo y el mar juntos, era hermoso, a pesar de la facha que tenia.

"Se-señor, no tendra u-unas monedas?" pregunto el castañito, y Harry se enamoro de esa vocecita aguda. Pero también se fijo en lo delgado que estaba, y eso le provoco un extraño malestar, quería verlo sanito y feliz.

"Hey, claro que tengo algo. Ten pequeño" dijo este, entregandole unos billetes, y es que de verdad quería que se alimentara.

"Es-esto es mucho, no-no puedo aceptarlo" hablo el castaño intentado devolverle el dinero.

"Tranquilo, se que necesitarias más, pero espero y puedas comer bien hoy" Harry respondió, mirandolo fijamente, y es que se sentia como en un trance.

"Gracias, muchas gracias, de verdad" dijo bajito, y es que hace mucho no tenia tanto dinero a su poder.

"No es nada pequeño, soy Harry" extendiendole la mano.

"Lou-louis" repondió el castaño dandole su manito.

A Harry le dio algo al sentir su tacto tan delicado y suave.

"Ahora tengo que irme, pero espero verte, pequeño" dijo, soltandole la mano, y parandose para volver por donde vino, y es que sabia que se habia tardado mas de lo que debería, pero seguia pensando en ese castaño, Louis, seguia pensando en Louis, y en como queria quedarse a conversar con él, pero mañana volveria, se dijo, y hablaria un poco más.

Inefable | larry stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora