*Capítulo 2*

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Harry estaba tan jodidamente intranquilo.

Y es que desde que dejo a ese pequeño omega, su alfa estaba aullando, gritándole para que vuelva con él, que como lo dejaba solo, que volviera y nunca lo dejara. Se estaba volviendo loco, definitivamente.

Lo peor de todo es que no podía concentrarse, aunque lo intentara.

Y aun peor, estaba pensando todo esto mientras estaba en una junta de suma importancia según su padre. Si le preguntas, lo único que él quería era ir a comprar café. O quizás solo caminar por ahí ya saben.

Así que, con la excusa de ir al baño, se levantó y se dirigió a la salida del edificio, y cuando ya estuvo afuera, camino un poco más rápido, que no se note su desespero por favor.

Y bueno, lo vio, en el mismo lugar de ayer.

Y respiro de alivio, sintió su olor, y bueno, casi babea. Solo casi.

"hey, pequeño" saludo, y Louis levanto, suspirando internamente.

"cómo estás?"

"bien, bien y tú? Te vez un poco ajetreado" murmuro como observación.

"solo ha sido una mañana movida, nada más" respondió con una media sonrisita. "mm.. Louis, puedo sentarme?" pregunto nervioso, señalando al lado del más bajo.

"no-no creo que deberías, puedes ensuciar tu traje, se nota que co-costo bastante dinero" respondió el bajito.

"no me importa" y bueno, solo se sentó en el cartoncito." háblame de ti". Medio exigió, no era esa su intención, pero digamos que estaba un poco idiotisado.

"no hay mucho, so-solo estoy aquí viendo las maravillosas vidas de los demás. Y-y tu?" hablo con la mirada a ras del suelo.

"trabajo en la empresa de mi padre, una total mierda, pero hay que continuar el legado, o algo así" dijo, intentado llamar la atención del otro. "oye, no quiero incomodarte ni nada, pero..hoy has comido algo?" solo estaba preocupado.

Louis abrió su boquita, no sabiendo muy bien que contestar "e-eh tomado un café, es mejor que nada

"te invito a almorzar, vamos" invitó, y es que pensar que tenía abre le incomodaba en el pecho, solo quería que comiera. Así que se levantó y extendió la mano, frunciendo el ceño cuando vio al bajito negar.

"no-no puedo aceptarlo Harry. Y-ya has hecho mucho por mi" aunque le dio hambre el solo hecho de pensar en comida, no aceptaría.

"tonterias, no aceptare un no por respuesta, vamos vamos" tomando la mano del pequeño, quizás lo lleve a la cafetería de la esquina, pero se lo llevaba.

Eso era lo que le importaba.

Hey, no se si alguien lee esto.

pero hola :)

Inefable | larry stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora