3.

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YoonGi soltó una leve carcajada.

- Buena chica. Sigue rechazándolo. - sonrió. Una sonrisa limpia y blanca, que haría estremecer a cualquier mujer en solo verla. Cogió su calibre del 38 y lo colocó en su cinturón, camuflado.

Jackson la miró apenado.

- ¿Qué es lo que no te gusta de mí? - dijo abriendo los brazos.

- A ver... - Jimin puso los enormes ojos Marrones, en blanco. - que sí, que eres muy atractivo y que tendrás a muchas mujeres detrás. Pero a mí, no-me-gustas.

Jackson se le abalanzo. Las alarmas de YoonGi se despertaron y se dispuso a salir. Pero lo único que hizo Jackson fue besarla. Jimin lo forzó a dejarla.

- Piénsalo ¿vale? - se giró, dejándola perpleja.

Jimin negó con la cabeza y se metió en la clínica masajista de nuevo.

- Bien... - YoonGi miró el reloj. Las ocho.

Sintió que alguien entraba en la clínica. Se fijó en quien era. Una mujer, más o menos de la edad de Jimin. Rubia, pelo recogido. Iba con una falda ceñida negra, dejando ver las piernas. Una blusa blanca, escotada que daba bastante a la imaginación. YoonGi volvió a sonreír.

- Vaya con la secretaria, tampoco se queda atrás. - abrió la puerta del coche y salió, cerrando con el mando inalámbrico el precioso Lamborgini.

Protégeme // •|YoonMin|• [+18] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora