[Guarda silencio por ahora linda.
]
El solamente le miraba fijamente.
Sus pecas, tan pequeñas y tan delicadas.
Sus SavePoints, calmados, brillando como estrellas confirmando que es la creación mas perfecta que haya visto.
Sus rostro, el cual no sabia si lo que expresaba era aburrimiento, sarcasmo o incomodidad.
Y, ¿Como no sentirlo? Si le había estado viendo por un largo rato.
-Ink...-
Llamo Stave, mirándole de reojo, mientras el susodicho despertaba de su trance y le miraba sonriente.
-Dime-
-¿A que me haz traído a Sugartale?-
Ambos yasian sentados debajo de un árbol, rodeados por el ambiente dulce y las decoraciones de comida por doquier.
-No lo se. Pensaba que era un agradable lugar...-
-¿Para sentarte alado mio y quedarte mirando por un rato?-
Sonrió Stave, alzando su cuenca en señal de obviedad, con sonrisa burlona, que a vista de Ink, sentía que brillaban mas bellas sus pecas y aquella preciosa pupila de estrella.
-No puedo evitarlo - confeso Ink - puesto que tu rostro es tan perfecto, que me consume lentamente-
Conforme Ink hablaba, se acercaba lentamente al rostro de Stave quien realizaba la misma acción, mientras sonreía con sorna.
-¿Que más?-
-Que me encantan tus cuencas, brillosas como ninguna, puras como el agua de un lago...-
Ambos estaban tan cercas del otro, los pómulos de Stave, brillaban y sus SavePoints parpadeaban sin fin.
-Ink, que Cursi-
-He, ¿Y de quien es la culpa?-
Y con ello
Ambos se brindaron un beso.