Capítulo 2- Preparativos y Refuerzos

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En cuestión de unos segundos, se escuchó el crujido del cuello del soldado al romperse, sus compañeros solo pudieron observar con temor cómo el comandante le quitaba la vida a aquel ahora muerto soldado.

Tryndamere lo dejo caer y Las tropas retomaron su posición, al hacer lo, el comandante les dirigió una fría mirada.

Tryndamere: Que les sirva de repaso, el castigo que se paga para quien se atreva a faltar le el respeto a la princesa.

Las palabras salían con rabia de él, a la vista de los soldados era por ser devoto a su nación, más a los ojos de la arquera, era porque sabía de antemano, que a él, no le gustaba que alguien la tocará y menos, que alguien le faltara el respeto que él creía, ella merece.

Tryndamere: Ya les dieron una orden, no se que demonios hacen aquí parados como idiotas, ¡Ya vayan a cumplir con sus órdenes!

Todos los soldados hicieron una leve inclinación y se fueron marchando; tan sólo dejando a la arquera y el guerrero sólo mirando cómo se desvanecen a lo largo del camino. El silencio se apoderó del momento, ni una mirada, sólo un corazón que latía con fuerza y dos respiraciones serenas.

Ashe: Gracias, pero...

Tryndamere: De nada. -Su tono frío no se quitaba de sus palabras, ni su seriedad en la mirada, pero al ver a la arquera acercarse con paso firme, le fue casi imposible mantener esa postura- ¿Qué haces?

Ashe: Aún nada. -Con cierta delicadeza que ni ella sabía que tenía, tomo la mano del guerrero y le depositó un tierno beso- No me ignores cuando te agradezco -Le dedicó una pequeña pero sincera sonrisa y se fue caminando-.

El comandante, quien todos sabían perfectamente que era un hombre temerario, firme y que no se anda con sermones, no se inmuta con nada; se hallaba anonadado ante una mujer, más no cualquiera, una guerrera.

Sacudió un poco su cuerpo para volver en si y retomar el camino con la arquera.
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En alguna parte del enorme y resplandeciente del Castillo de Demacia, un príncipe, se encontraba hablando pacíficamente con una de sus tropas.

Jarvan IV: ¿¡¡Acaso no entendieron la orden de "No vuelvan hasta que yo vaya a Freljord!!?

Soldado V: Mi señor, nosotros tenemos eso claro, pero la princesa y su general no nos dieron de otra.

Garen: Jarvan ya los escuchaste, su Majestad debería leer la nota que la princesa dejo y así quedará más claro el por qué de este asunto.

Jarvan IV: No, este asunto es de importancia y sabes por qué, tenemos que ir a Freljord, que la tropa se quede, sólo necesito dos soldados.

Garen: -Tras un suspiro cansado, le da la señal al soldado y este se retira, dejando el salón sólo con Jarvan IV y Garen- Jarvan IV, escucha la advertencia, si ella no te quiere en este tema, ha de ser algo muy importante, hay cosas con las que Demacia no puede meterse con Freljord por política.

Jarvan IV: No me recuerdes lo que ya sé -se dispone a dar vueltas caminado con un gesto de fastidio- Le Di mi palabra de protegerla a ella y a Freljord en caso de una posible guerra entre ella y Lissandra, tenemos que ir, llama a Shyvanna, ella será mi segunda escolta, luego estas tú.

Garen: Su Majestad.....¿A Qué quiere llegar con esto?

Jarvan: Eso ya lo sabes querido amigo -Terminando de dar vueltas en aquella sala, se detiene un momento para poner su mano en el hombro de su fiel seguidor- Es por Demacia.
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Continuará.....





Hola Gente!
Lamento haber desaparecido, pero el estudio no se mantiene sólo. No prometo nada, sólo que, termina de esta historia.

Feliz día, tarde, noche, madrugada o eclipse! (?

Ashe x Tryndamere-Corazón de Hielo-Parte 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora