Una historia donde yo soy él protagonista, asisto a un instituto en Los Ángeles, California soy muy serio, no tengo amigos, mis padres trabajan todo él día y casi nunca están conmigo o al menos eso es lo que se, una historia donde basta ver los ojos...
Desperté por la alarma del celular, fui al baño y bostece mi aliento a cerveza seguia plasmado en mi boca así que me enjuague bien la boca con enjuague bucal y me bañe, sali unos minutos y después y me puse la siguiente ropa.
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Desayune un cóctel de frutas y me lave bien lo dientes, me puse mi mochila y me subí a mi moto para irme al cole.
Narra Tris
Desperté muy temprano, Alex seguia dormida así que no la desperté, fui al baño a darme una ducha y me puse unos pantalones negros, unos tenis negros y una playera de botones negra, prepare unos hot cakes y me asome por la puerta y observe a Max yéndose a la escuela.
Narra Max
En él camino vi a Alondra, creó que no me reconoció con él casco. Al llegar al cole me quede un rato en él estacionamiento dibujando, cuando la campana sonó me fui a mi salon.
Kris: hola Max - me mando un saludo
Yo: hola - fui hacia él a saludarlo
Kris: oye, hueles a, ¿tomaste?
Yo: ¿que tiene de malo?
Kris: si alguien te huele te suspenderán - susurro
Yo: no tome en la escuela tranquilo Kris ¿como te fue?
Kris: bien, mi prima te extraña - entró a Alondra repentinamente
Yo: ¿en serio?
Kris: si
Alondra: hola Kris - lo abrazo
Kris: hola Alondra - correspondió
Alondra: te veo luego - se fue a su lugar sin mirarme, como si no existiera
Kris: ahí viene la profa me voy a mi lugar
Yo: vale Kris
Las clases de filosofía pasaron como luz, sin embargo solo veía a Alondra, sus ojos tan lindos y azules.
